El alcalde de Zarzalejo se construye un chalé en una zona protegida
La Comunidad reconoce que carece de permiso, pero se inhibe del caso
El alcalde de Zarzalejo (1.500 habitantes), Rafael Herranz Ventura (PP), amplió en 2003 una pequeña construcción agrícola que tenía junto al pueblo. La cosa no hubiera tenido más importancia si no fuera porque la finca, denominada El Rincón del Duque, está situada en una zona de especial protección, no urbanizable, según reconoce la Comunidad de Madrid. Además, la construcción carece de permiso o licencia de obras.
Tras años de denuncias y reclamaciones del grupo socialista local y de ecologistas, el asunto llegó a la Asamblea de Madrid el pasado 15 de febrero. El director general de Urbanismo, Raimundo Herraiz Romero, reconoce, siete años después de la primera denuncia, la existencia de una infracción, aunque la califica como prescrita. Además, se desvincula de sus competencias sobre legalidad urbanística en favor del Ayuntamiento de Zarzalejos, que dirige el implicado.
Ahora el Grupo Parlamentario Socialista estudia llevar el asunto a la fiscalía. Antonio Fernández Gordillo, diputado del PSM, sostiene que lo que se pretende legalizar como explotación ganadera es una casa, un chalé en toda regla. El parlamentario socialista critica, además, la dejadez de la Administración regional, que ha tardado siete años en estudiar el asunto y cuando tiene que resolver se inhibe en favor del afectado.
El asunto comenzó en 2003, cuando Herranz Ventura reformó un antiguo gallinero para transformarlo en una edificación de 80 metros cuadrados en planta baja. El inmueble presenta un amplio salón, balcones y porche. Tras repetidas reclamaciones de los guardas forestales y del grupo socialista municipal, el arquitecto del Ayuntamiento de Zarzalejo reconoció en febrero de 2007 la irregularidad de la situación. En un documento municipal aseguraba que "la parcela es de suelo no urbanizable protegido y de conservación natural". Y proseguía: "No existe constancia en este Ayuntamiento de expediente alguno sobre dicha finca y por tanto de autorización municipal".
El Consistorio de Zarzalejo, gobernado por Herranz desde 2007, hizo caso omiso a todas las denuncias. "No existe autorización municipal, ni expediente que haya originado actuación disciplinaria o sancionadora alguna", contestó el Ayuntamiento a un requerimiento de la Dirección General de Urbanismo de la Comunidad de Madrid interesándose por la situación de la construcción irregular.
Tras comprobar que "los actos de edificación y/o uso del suelo se han realizado sin haber sido autorizados", los responsables del urbanismo regional decidieron abrir un expediente disciplinario en marzo de 2009. En el documento se instaba a Herranz a solucionar con urgencia la situación o "se ordenará la demolición de las obras".
El alcalde de Zarzalejo, Rafael Herranz, reconoce que se construyó la casa en suelo protegido. "Fue en 2000, el gobierno municipal que había entonces, del PSOE, me dio permiso". El regidor explica que no tiene ningún documento porque, según dice, recibió una autorización verbal. "Es un sitio que utilizo de recreo para ir con los amigos", explica cuando se le pregunta por el chalé. "Son sólo 45 metros cuadrados, y en la parte de arriba tengo una buhardilla donde guardo aperos antiguos".
Herranz explica que ahora intenta legalizar la construcción para que pueda tener uso agrícola o ganadero. "Eso me dijo el ingeniero. Como tengo otras fincas cerca, pues las unimos", precisa. El regidor resta importancia al proceso judicial en el que está inmerso por construir en suelo protegido. "Es un contencioso; si el juez dice que la tire, pues la tiro y ya está. Esto pasa en todas partes".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.