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La guerra de precios dificulta el giro hacia el turismo de calidad

Cataluña ha ganado peso en el gasto que realizan los turistas en España

La ocupación hotelera durante esta Semana Santa marca niveles aceptables, considerando la gravedad de la crisis. Pero ¿y antes?, ¿y después? En Internet pueden encontrarse ofertas para estancias con pensión completa en plena costa por 20 euros por persona y día. "Si a ese precio hay que dar de desayunar, comer y cenar, además de una habitación, queda poco beneficio, y menos aún dinero para invertir en la renovación de hoteles. Competir en calidad es difícil con ese precio", alerta Ramón Rodrigo, profesor de la Escuela de Turismo CETT de la Universidad de Barcelona, crítico con hoteles de costa que, según él, "llevan ajustando precios desde hace décadas".

"El problema es la estacionalidad", reflexiona Ramon Estalella, secretario general de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos. Fuera de temporada es "complicado" llenar las camas disponibles (122.000 en las costas catalanas). Sin embargo, aclara, el sector reivindica que "turismo de calidad no es sinónimo de lujo".

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Entre el verano de 2008 y el de 2009, concede el director general de Turismo, Joan Carles Vilalta, la oferta hotelera catalana ha aumentado en "cerca de 10.000 camas que probablemente no eran necesarias".Los proyectos hoteleros se planifican con tiempo y, llegado el momento de abrir, llegó a la vez la crisis. "Este bache pasará", tranquiliza Vilalta, "aunque es cierto que desestacionalizar el turismo es un gran reto. Debemos buscar mercados en las clases medias emergentes de otros países, ya sean escandinavos, portugueses o rusos". El director general de Turismo se muestra cauto sobre los ofertones a 20 euros. "Podemos rebajar los precios, pero sólo hasta cierto punto", dice, mientras enfatiza que, con 14 millones de extranjeros, Cataluña "debe estar abierta a todo tipo de turismo, pidiendo respeto al visitante".

¿Qué ocurriría si sólo vinieran turistas adinerados? "Todos deseamos que vengan más, pero la mitad de los hoteles cerraría. Si quieres ser Mónaco, sé consecuente. Existe una gran hipocresía al respecto", se exclama Francesc Carnerero, presidente de la Asociación Catalana de Agencias de Viajes (ACAV). La apuesta global de Cataluña, añade, es que pueda ser la segunda región europea en captación de turistas, tras Îlle de France (donde está París).

La oferta de grandes operadores turísticos con el cebo de poder llenar un gran establecimiento es golosa. "Da seguridad para llenar, pero puede ser una trampa, porque aprieta las tuercas y deja con poco margen al hotelero", comenta Vilalta. Uno de los debates abiertos estos días es si la implantación de aerolíneas de bajo coste boicotea la apuesta por la calidad. En el sector, la respuesta es unánime: no. Resume por qué Eugència Arbó, presidenta de la Asociación Hotelera Salou-Cambrils-La Pineda: "El viajero de bajo coste no es de bajo poder adquisitivo. Cree que la verdadera experiencia turística empieza en el destino, no en el vuelo".

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En todo caso, en los últimos cinco años Cataluña ha ganado algo de peso en el gasto total de los turistas en España. En 2004, pesaba un 18,3% en la tarta total; en 2009, el 20%. Por persona y día, sobre una media de 100, Cataluña ha pasado del 90,8% al 103,2%, según la consultora ALS.

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