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La capital cambia una norma para permitir un hotel en la plaza Mayor

Todo está en marcha para que el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, cumpla su deseo de ver un hotel de lujo en la Casa de la Carnicería de la plaza Mayor. En la última Comisión de Urbanismo se aprobó, con oposición de PSOE e IU, la modificación del plan urbanístico que permitirá que el edificio tenga uso hotelero. Mientras, la Comunidad tiene cuatro meses para darle el visto bueno, la Concejalía de Economía ya está preparando el anteproyecto, con las características de las nuevas instalaciones, y el plan de viabilidad económica.

En 2007 el alcalde manifestó su interés en que se instalase un hotel de lujo en este edificio, reconstruido en 1631 después de un incendio y cuya fachada está catalogada como Bien de Interés Cultural. Aunque se trata de una concesión que saldrá a concurso público, el primer edil nunca disimuló que quería que la capital tuviese su primer parador.

A Paradores le interesaría mucho transformar la Casa de la Carnicería en uno de sus establecimientos, según aseguran fuentes de la dirección del organismo estatal, pero aún no han recibido ninguna petición oficial para hacerlo. Eso sí, según afirman, necesita requisitos como que el número de habitaciones no baje de 70 u 80, que disponga de espacio suficiente para salas de reuniones para que el parador sea "una referencia en foros políticos y económicos" y que estén garantizadas suficientes plazas de aparcamiento, como indican desde la dirección. La decisión, aun así, dependerá de la Secretaría de Estado de Turismo, que lo "estudiará con cuidado", aseguraron ayer fuentes del departamento.

Para acometer las obras de rehabilitación y modificación del edificio es necesaria la aprobación de la Dirección de Patrimonio de la Comunidad que, según la directora de Urbanismo del Ayuntamiento, Beatriz Lobón, "después de mucho tiempo de conversaciones", ya le ha dado el visto bueno. David Lucas, portavoz socialista, arremetió ayer contra "la tozudez" del alcalde por "transformar un edificio público en un negocio privado". Lucas apuesta por instalar ahí un centro cultural "de primer orden". Ante la acusación de privatización, el Ayuntamiento asegura que no piensa en perder la titularidad del edificio, sino que procedería a una cesión por 40 años.

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