Obama y el Rey certifican las buenas relaciones bilaterales
El presidente de EE UU expresa su deseo de visitar España, pero sin fijar fecha
La entrevista ayer, en la Casa Blanca, entre el rey Juan Carlos y el presidente estadounidense, Barack Obama, sirvió para certificar la plena normalización de las relaciones entre España y Estados Unidos, después de las turbulencias de los años anteriores, y para disipar algunas dudas recientes sobre el verdadero interés de Obama en colaborar con el Gobierno español.
Portavoces de ambos países resaltaron la cordialidad del encuentro, en el que se abordó de forma particularmente incisiva la situación en Cuba, y la agilidad de la comunicación establecida entre ambos líderes. "Ha sido una gran oportunidad de comprobar la cercanía que se ha creado entre dos grandes personalidades", declaró el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. "El presidente ha expresado su aprecio por la larga historia de amistad del Rey hacia EE UU", manifestó Robert Gibbs, portavoz de la Casa Blanca.
En el almuerzo, de hora y media, estuvieron Hillary Clinton y Moratinos
El Rey expresó el deseo de que, tras la oportunidad frustrada de que Obama visitase España en mayo próximo para participar en la cumbre con la Unión Europea, se encuentre en el futuro otra ocasión de programar esa visita. El presidente respondió que lo hará con gusto, sin comprometerse en una fecha o un plazo preciso. Moratinos dijo que no había habido una invitación formal y que Obama tiene una agenda muy cargada para este año.
El Rey fue recibido por su anfitrión en el Despacho Oval y ambos compartieron después un almuerzo de cerca de hora y media -servido por el cocinero español José Andrés- en el que abordaron diferentes problemas internacionales, especialmente relacionados con Oriente Próximo y América Latina. Participaron también en la comida la secretaria de Estado, Hillary Clinton; el consejero Nacional de Seguridad, James Jones; Moratinos y el jefe de la Casa del Rey, Alberto Aza.
El presidente de EE UU expresó a don Juan Carlos su agradecimiento por la contribución del Ejército español en la guerra de Afganistán -más de 1.500 soldados- y por la decisión del Gobierno de Rodríguez Zapatero de aceptar el traslado a España de cinco presos de Guantánamo. El compromiso inicial de recibir a dos detenidos fue ampliado tras la visita de Zapatero a Washington hace dos semanas.
El Rey es una figura muy respetada en Estados Unidos desde hace muchos años. Se ha entrevistado con todos los presidentes desde John Kennedy y Richard Nixon, a los que visitó todavía como Príncipe de Asturias, hasta George W. Bush, quien lo recibió por última vez en su rancho de Crawford en noviembre de 2004, en el momento de mayor tensión en la relación entre Zapatero y Bush.
Su encuentro con Obama, por tanto, es la continuación de esa tradición de la diplomacia española, que deposita en el Rey el papel simbólico de garante de la profunda relación histórica con Estados Unidos. La de ayer fue sólo una sesión de trabajo celebrada por la insistencia del presidente de EE UU, que no quería esperar hasta encontrar en su agenda tiempo para una visita de Estado.
Las dificultades de agenda y la discutible utilidad de otra cumbre con la UE han sido las razones mencionadas aquí para justificar la cancelación de su visita en mayo. Y no va a ser fácil encontrar otras fechas.
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