Cevisama intenta escapar de la crisis con innovación
El sector espera que la recuperación empiece este año por el mercado exterior
La luz se apaga y el suelo se ilumina. Se llama After dark y es el último invento de S-3, la división de ingeniería de Tau, que ayer lo presentó en Cevisama. La feria internacional de la cerámica asistió en la jornada inaugural al intento de las grandes empresas azulejeras por atacar la crisis a base de innovación y una cuidada atención por lo sostenible. Grosores mínimos (cinco milímetros) para satisfacer a arquitectos e interioristas. Cerámicas inspiradas en madera, metal o dunas. Baldosas firmadas por diseñadores de la talla del neoyorquino de origen egipcio Karim Rashid. Materiales reciclados (cuya demanda crece en los mercados europeos). Fachadas vegetales (con riego por goteo) y piezas cerámicas que camuflan placas solares, abriendo la puerta a que la generación de energía fotovoltaica no tenga que ser sinónimo de fealdad.
Cevisama confirmó varias previsiones. La primera: el aire desangelado. "Es la edición más baja en cuanto a expectativas, luego de ventas ya veremos", comentaba Julio Liberal, jefe de comunicación de Saloni, "se ve todo un poco vacío porque el espacio sigue siendo muy grande y el número de visitantes ha bajado". La segunda: las firmas que pueden hacerlo (las grandes) han echado la carne en el asador. "La respuesta a la crisis es la innovación. No podemos enfrascarnos en una guerra de precios ni caer en la monotonía del mercado. Se necesita ilusionar al comprador", afirmaba Francisco Cid, director de mercadotecnia de Tau. La tercera: como pronosticó la patronal azulejera Ascer hace unas semanas en Madrid y repitió ayer en Valencia, el sector cree (o quiere creer) que 2010 será el punto de inflexión del violento ajuste que ha sufrido la industria debido a su estrecha relación con el mercado inmobiliario. Y da por descontado que la recuperación llegará de las ventas al exterior porque el mercado español sigue KO.
Ante la debilidad de la obra nueva, las azulejeras, como Keraben, apuestan por materiales versátiles que sirven para interior y para exterior, soportan un alto tránsito, son lo bastante resistentes como para ofrecer una garantía de 20 años y están hechos en un 80% de materiales reciclados. "Es nuestra filosofía comercial y el mercado cada vez nos lo pide más; certificados ambientales, productos orientados a la arquitectura sostenible...", explica Pablo Tarin, encargado de relaciones externas de Keraben.
En Francia, añade David García, director de producción de Levantina, se ha establecido un sistema de puntos que concede más ayudas cuanto más sostenible es el edificio. Y hacia ese mercado emergente y europeo va dirigida su Techlam Solaris, una fina lámina porcelánica combinada con un panel fotovoltaico basada en silicio amorfo que, al contrario que el habitual silicio cristalino que se utiliza en las placas, es transparente y toma el color de la cerámica en la que está integrada.
Las piezas de gran formato y la apuesta por productos muy resistentes, antideslizantes y antihielo que no renuncian al gusto estético apuntan a otra de las salidas por las que la industria espera poder escapar de la recesión: la obra pública y los grandes proyectos. "Los centros comerciales, los aeropuertos, los hoteles, los hospitales..., todos esos proyectos ayudan a esquivar la crisis", dice Julio Liberal, "pero tendrán que ser en el exterior, porque por aquí cada vez hay menos".
Novedades
- Luz propia: Tau presenta After dark, material cerámico luminiscente que emite la luz que ha captado del ambiente durante un par de horas. Puede usarse en interior para usos recreativos (bares, discotecas) o de seguridad (como vía para señalizar la salida en caso de apagón). Y puede aplicarse en exterior para iluminar fachadas de edificios sin electricidad.
- Fachada energética: La empresa Levantina ha creado una lámina porcelánica que integra placas solares. El objetivo: crear fachadas que generen energía sin la pobre estética de los paneles fotovoltaicos.
- Muros vivos: Ceracasa lleva a Cevisama su Lifewall, fachadas en las que crecen plantas, lo que permite crear jardines en vertical.
- Autenticidad: Saloni, Keraben, Pamesa y muchas otras firmas mantienen la apuesta por baldosas que imitan cada vez mejor la madera, la arena o el metal, a la vez que ganan terreno los materiales reciclados.
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