Blesa y Díaz Ferrán cruzan acusaciones por el impago del crédito concedido a Marsans

El todavía presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, y el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, protagonizaron ayer un cruce de declaraciones en torno al impago del crédito de 26,5 millones de euros concedido por la entidad financiera al grupo de empresas del que es socio Díaz Ferrán (Grupo Marsans).

Blesa aseguró que el jefe de la patronal, y miembro todavía del Consejo de Caja Madrid como representante de la patronal madrileña CEIM, ha defraudado la confianza del órgano de administración de la caja. Caja Madrid abrió un expediente en diciembre para que Díaz Ferrán "aclarara o arreglara" el controvertido asunto.

El impago del crédito concedido a Marsans, añadió Blesa en respuesta a una pregunta durante la presentación de resultados de la caja, es "un hecho desagradable donde los haya". Con Díaz Ferrán, añadió, "siempre he tenido muy buena relación". Blesa no quiso juzgar las circunstancias que han llevado al empresario a hacer "determinadas cosas".

Las declaraciones de Blesa no cayeron en saco roto. El empresario, según Efe, cree que si Caja Madrid hubiera aceptado las garantías "más que suficientes" que él y su socio presentaron para renovar el crédito, el "desagradable asunto" del que habló Blesa se podría haber evitado.

De acuerdo con el entorno del empresario, las declaraciones de Blesa hacen que Díaz Ferrán "sí que se sienta defraudado" por el comportamiento del todavía presidente de la caja. Las mismas fuentes añadieron, en este sentido, que "no se conoce ningún caso en el que una entidad financiera filtre las relaciones con un cliente".

En este punto, el entorno de Díaz Ferrán aseguró que "si Caja Madrid filtrara (los nombres de) todos los clientes con problemas, no habría páginas en los periódicos". Aún así, Díaz Ferrán, quizá por la buena amistad que Blesa dijo ayer mismo que mantenían, espera que el presidente de Caja Madrid "recapacite" y se dé cuenta de que "su comportamiento no ha sido el adecuado".