Carlos Aguirre aplaza a 2011 la recuperación del empleo

El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre, pronostica que este será un año de "remontada" de la crisis, después de que el pasado fuera de "caída", al menos hasta el segundo semestre. Sin embargo, la recuperación del empleo tendrá que esperar hasta 2011, ya que este año se perderán unos 15.000 puestos de trabajo, debido a que "la pequeña reactivación de la economía será absorbida en las empresas, al utilizar la capacidad productiva sobrante", que ahora no usan.

Aguirre defiende en una entrevista concedida a la agencia Efe que la economía vasca está "en una fase de salida" del ciclo recesivo, aunque matiza que "subiremos si nuestra economía de referencia, que es la europea, se reactiva". La diferencia con 2009, señala, es "sustancial", al haberse superado la fase más dura de la crisis. La salida del túnel se nota ya en la recaudación de impuestos, añadió el consejero, que ha acabado el año con una caída del 17%, lo que mejora la previsión que se hizo en octubre, debido a que se contabiliza parte del IVA devuelto a Álava por la Administración central por los coches de Rover. El ligero alza de final de año no hará cambiar las previsiones para el 2010, ya que éstas ya incluyen "un escenario bastante expansivo", con una subida prevista de la recaudación del 9,5%.

"Creo que la vamos a conseguir, con la mejora de la economía, el incremento de los impuestos y el IVA alavés", añade. No obstante, el Gobierno sigue con la intención de "agotar el endeudamiento admitido", para poder cubrir el déficit, ya que, en opinión del consjero, hasta 2013 probablemente no volverán los niveles máximos de recaudación fiscal que se consiguieron en el 2007.

Respecto a la pendiente fusión de las tres cajas vascas, el consejero señala que, después de dos intentos fallidos, hay que ser prudentes. "Todo el esquema debe partir de una voluntad y certeza de las cajas de que es el momento: si las cajas creen que no es el momento, nosotros como Gobierno no vamos a forzarlo", indica. Según Aguirre, el hecho de que las entidades de ahorro de Euskadi no estén atravesando, a diferencias de otras, por dificultades financieras, resta urgencia a la operación. "En estos momentos las cajas vascas creen que hay que dedicar todo el tiempo y los recursos al negocio bancario, dejando el resto para el momento en el que esta situación se estabilice".