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Reportaje:Empresas & sectores

Mirat se abona al viñedo viejo

La empresa de fertilizantes se mete a bodeguero en Ribera de Duero

Los agricultores se declararon en huelga de abonos la pasada campaña ante los elevados precios de los fertilizantes. A pesar de la bajada de los precios de los abonos, esta campaña va por el mismo camino por el hundimiento de los precios de los cereales y la baja rentabilidad de los cultivos.

El problema que puedan tener muchas superficies de siembra por falta de abonos probablemente no lo van a sufrir las poco más de 20 hectáreas de viñedo cultivadas por Bodegas Valdeviñas, en la localidad soriana de Langa de Duero, propiedad mayoritaria de la familia Mirat, dueña de la fábrica de abonos del mismo nombre, así como en las tierras de los viticultores de la zona a quienes compran cada año sus uvas viejas.

Bodega Valdeviñas es una bodega joven, solamente tiene una vida de poco más de una década, que ha hecho fundamentalmente una apuesta por los viñedos viejos y por la comercialización solamente de partidas reducidas en el segmento de los precios altos, lo cual no deja de ser una apuesta arriesgada para una bodega recién aparecida. En esa estrategia comercial, la bodega comercializa en la actualidad unas 50.000 botellas, con un techo máximo previsto inicialmente de unas 200.000 botellas cuando se desarrolle más el proyecto.

"Hemos concebido una bodega no basada en el volumen, sino en tratar de ofrecer calidad con una oferta reducida", señala el presidente Jesús Olivera.

En esa estrategia se eligió una zona alta de Ribera del Duero en Langa de Duero, ya en Soria, con una altitud media de los viñedos de 880 metros. Inicialmente, la bodega arranca con unas plantaciones de sólo 20 hectáreas y que por el momento no se piensan ampliar. La mayor parte de la uva de ese viñedo se vende, al tratarse de una producción joven que no encaja en la estrategia de elaboración de la bodega. El aprovisionamiento de uva para la bodega se obtiene vía acuerdos con agricultores de la zona con viejos viñedos y rendimientos reducidos sobre los que los responsables técnicos de la bodega hacen un seguimiento de todo el proceso de cultivo hasta la vendimia. Para los enólogos franceses de la bodega, la composición del suelo, terrenos de pH alcalino, ha permitido la supervivencia de las cepas a la filoxera, lo que supone que en la actualidad la edad media de los majuelos sea de 70 años, con viñas que llegan a superar los 200.

"Disponer de esa uva es un privilegio", señalan los responsables de la bodega. "Es algo que no querríamos perder. Dada la edad avanzada de muchos viticultores, existe el riesgo de que esos viñedos se pierdan y, en ese caso, consideraremos la posibilidad de adquirir los mismos para mantener la calidad de la uva en lugar de hacer nuevas plantaciones". -

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