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Entrevista:GIORGIOS PAPACONSTANTINU | Ministro de Finanzas de Grecia

"No hay plan B, Grecia tiene que salir de ésta por sus propios medios"

Los inversores de medio mundo tienen su mirada puesta en Grecia y en su ministro de Finanzas. Giorgios Papaconstantinu (Atenas, 1961) acaba de estar de gira por las principales plazas financieras europeas para intentar, sin mucho éxito, calmar a los mercados. La conversación telefónica es fluida pero, consciente de la gravedad de la situación, mide cada una de sus palabras.

Pregunta. Con tantos frentes abiertos, ¿cuál es el objetivo más urgente de su Gobierno?

Respuesta. No quisiera señalar un único objetivo porque los esfuerzos para reducir el déficit y la deuda tienen que ir de la mano de medidas para sacar a la economía de la recesión. Pero está claro que tenemos un gran problema a corto plazo que es restaurar la credibilidad del país y eso es prioritario para evitar cualquier problema con los mercados de capitales y la financiación.

"Si en 2010 el BCE cambia las reglas los bancos pueden tener problemas"
"No descarto una rebaja de calificación por parte de Moody's"

P. ¿Ha hablado con sus colegas del eurogrupo acerca de un posible rescate si las cosas empeoran?

R. No. No hemos hablado de un rescate. No hay plan B, la república helena saldrá de esta situación por sus propios medios y por sus propias decisiones. La peor señal que podríamos enviar en este momento es que estamos buscando algún tipo de ayuda. No es así. Vamos a hacer lo que toca y trabajar por cumplir las reglas de la eurozona. Punto y aparte.

P. La credibilidad que menciona pasa por unas estadísticas fiables pero no es la primera vez que Grecia aborda este problema...

R. En realidad, es la primera vez que un Gobierno griego aborda este tema. La Comisión Europea ha venido pidiendo una reforma en los últimos cinco años y el anterior Gobierno nunca la hizo. Nosotros hemos enviado una ley al Parlamento a los 15 días de asumir el poder. Pero una agencia de estadísticas independiente no es suficiente. Vamos a presentar una ley en 2010 para cambiar todo el proceso de elaboración presupuestaria y que incluya un mecanismo de doble contabilidad en los organismos públicos, como hay en otros países.

P. Los inversores comparan las medidas de su Gobierno con el plan de ajuste de Irlanda, ¿en qué ganan y en qué pierden?

R. Pues aquí el clima es mucho más cálido... No en serio. Uno debe tener mucho cuidado a la hora de comparar países. Irlanda tuvo un fuerte y rápido crecimiento, con notables subidas salariales en el sector público y con un sistema bancario expuesto a los activos tóxicos. Grecia tiene problemas distintos, de funcionamiento del sector público, de corrupción, de evasión de impuestos. Así que problemas distintos exigen soluciones distintas.

P. Pero el mercado sí parece exigir similares recortes salariales.

R. Es verdad, es un tema espinoso que parece centrar la atención de todo el mundo. Somos conscientes de que la factura salarial está creciendo con demasiada rapidez en el sector público y lo estamos abordando. Por un lado, congelando todas las contrataciones para 2010 y a partir de 2011 vamos a establecer un sistema para sustituir sólo una de cada cinco jubilaciones en el sector público. En la parte salarial, hemos congelado los sueldos superiores a los 2.000 euros y recortado un 10% los suplementos salariales. Y éste es un aspecto importante porque en Grecia esos complementos pueden suponer entre un 30% y un 100% de la base salarial. Todo ello se traduce en una rebaja aproximada de los sueldos nominales del 3%.

P. ¿Y cree que eso bastará para evitar otra rebaja de rating?

R. Es posible que tengamos una rebaja por parte de Moody's

[la única agencia que no lo ha hecho todavía]. No lo excluyo. Pero si no tuviéramos el problema de credibilidad que tenemos, el tipo de esfuerzo que estamos haciendo sería considerado muy importante. Un recorte del déficit de cuatro puntos en un año es una corrección muy importante. Una vez que la credibilidad sea evidente, en el primer trimestre de 2010, la prima de riesgo se acortará, la presión se reducirá y la segunda mitad de 2010 será mucho más fácil.

P. ¿Le preocupan las dificultades que pueden tener los bancos si la actual calificación crediticia se mantiene y en un año no pueden acceder a la financiación del Banco Central Europeo (BCE)?

R. Sí, sin duda. Ése es un tema que nos preocupa mucho. Los bancos griegos tienen una situación saneada, no están afectados por inversiones en activos tóxicos y están bien capitalizados. Al mismo tiempo, han dependido mucho del BCE, al obtener créditos baratos con los bonos del Estado como colaterales. Si a finales de 2010 las reglas del BCE cambian y el rating no ha mejorado, habrá un serio problema.

P. ¿Cuándo podremos empezar a ver resultados?

R. Hemos anunciado un plan general que ha ido seguido de acciones específicas de forma inmediata, como la reforma fiscal que anuncié ayer [por el viernes]. Eso es lo que vamos a seguir haciendo y esperemos que en el primer trimestre de 2010 el escenario sea muy distinto.

P. ¿Teme revueltas sociales o divisiones en el partido [socialista] ante estas medidas?

R. Tenemos una mayoría confortable en el Parlamento, un amplio respaldo social y también en el partido. Por supuesto que puede haber distintas opiniones pero el Gobierno habla con una sola voz, la del primer ministro, y ha sido muy claro. Cualquier cambio debe ser socialmente justo y eso nos obliga a reasignar recursos. Por ejemplo, reducimos el gasto militar y gastos corrientes y aumentamos la inversión pública y la inversión en educación. Eso refleja, también, nuestras prioridades sociales.

P. Por cierto, ¿cree que las agencias de rating valoran peor a países como Grecia o incluso España y son más condescendientes con EE UU o Reino Unido?

R. Mire, no quiero jugar el papel de criticar a las agencias de rating. Tengo mis opiniones. No comparto necesariamente algunos de sus argumentos pero tengo que vivir con ello. Las agencias están ahí y los inversores siguen hasta cierto punto sus valoraciones. Equidad no es una palabra muy útil cuando hablas de estos temas.

P. ¿Pensó cuando aceptó ser ministro que iba a ser tan complicado?, ¿merece la pena?

R. Pregúnteme dentro de un año... Lo que sí le puedo decir ahora es que sabía que iba a ser una tarea dura pero no imaginaba que el punto de partida iba a ser tan difícil.

Papaconstantinu, durante una entrevista televisiva esta semana.
Papaconstantinu, durante una entrevista televisiva esta semana.REUTERS

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