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Los partidarios de Zelaya denuncian acoso militar ante las elecciones

El Ejército de Honduras asegura que no se registró ningún incidente grave

Francisco Peregil

Si las elecciones que se celebraron ayer en Honduras son un fraude, como asegura el depuesto presidente Manuel Zelaya, el fraude se perpetró casi con normalidad. Mientras Zelaya, el mandatario expulsado del país en pijama hace cinco meses, cumplía 68 noches cercado por el Ejército del país en la Embajada brasileña de Tegucigalpa, 4,6 millones de hondureños estaban convocados a elegir entre cinco candidatos a la presidencia y a votar 13.686 cargos públicos entre alcaldes, concejales y diputados. Mientras el presidente de facto, Roberto Micheletti ("Goriletti" para los zelayistas), pedía una votación masiva, Zelaya y el Frente Nacional de Resistencia lucharon por el boicoteo pacífico de los comicios. Durante la jornada cada uno, a su manera, pudo proclamarse vencedor.

Entre los votantes el enemigo común era Zelaya o, más aún, Hugo Chávez

Votaron miles de personas en Tegucigalpa y no hubo bombas, ni muertos, ni heridos. "No se ha registrado ningún incidente que perturbe el proceso", indicaba ayer el coronel Archaga, portavoz del Ejército. "Tan sólo hemos hecho dos registros y hemos decomisado armas en dos domicilios de Tegucigalpa y detenido a dos personas", añadió.

Los datos de los zelayistas no concordaban con los del Ejército. "En las últimas horas ha habido más de 74 registros sin orden judicial" en domicilios de líderes del movimiento a favor del presidente depuesto, y "cerca de cien detenidos que han tenido que ser puestos en libertad por falta de pruebas. Los militares están siendo los protagonistas de estas elecciones. Están pegados a las urnas. Y la ley prescribe que se sitúen a cien metros, no pueden estar adentro de los colegios, nunca ha sido así. Las jornadas electorales suelen ser siempre actos festivos en este país. Pero esta vez la gente está timorata", indicó César Silva, portavoz del Gobierno depuesto.

La apariencia de normalidad se rompía cuando se trataba de sintonizar el Canal 36, el único de difusión nacional afecto a Zelaya. Ayer sólo se podía leer: "Interfieren señal de Canal 36 para evitar que informemos". Mientras tanto, en el resto de emisoras televisivas entrevistaban a cientos de votantes en decenas de colegios. Los periodistas llamaban a la participación señalando los dedos manchados de tinta con que los votantes refrendan su participación. "Éste es el dedo del amor, de la democracia, de la pasión", decía un reportero en la Televisión Nacional de Honduras.

Los zelayistas auguraban que la abstención superaría el 45% registrado en las elecciones de 2005. La documentalista Índira Mendoza, de 41 años y miembro del zelayista Frente Nacional de Resistencia, se alegraba en el Instituto Jesús Milla Silva, de la Colonia Kennedy, uno de los barrios más populosos de la ciudad, por lo que calificó como un nivel bajísimo de participación: "En Honduras se suele votar temprano, a primera hora, a las siete de la mañana. Y hoy, más temprano que nunca, porque la gente quiere ver el partido del Barcelona y el Madrid. Esto es la Kennedy y éste uno de los centros donde más gente vota. Pero puede comprobar que no hay cola en casi ninguna urna. En las últimas elecciones, a esta hora las colas daban la vuelta al instituto". En el mismo colegio, Roberto Paz, de 47 años, decía que la gente iría afluyendo conforme se dieran cuenta de que la seguridad estaba garantizada.

A cinco minutos en auto, en la basílica de Suyapa, el cura, en consonancia con la jerarquía eclesiástica del país, llamaba a votar durante la misa: "Su voto es por Honduras, tenemos que salvar el Estado de derecho y la democracia. Y sobre todo, por la paz".

Más allá, en el barrio de Las Lomas, de clase media, en el instituto de la Cultura Hispánica, en la calle José María Escrivá de Balaguer, aguardaban su turno varios jóvenes vestidos con las camisetas oficiales de los madridistas Ronaldo y Benzemá. A su lado, el abogado Hernán Silva, ex ministro de Zelaya, observaba las colas. "Llevo recorridos 10 colegios esta mañana. Y la conclusión es que donde más se votó es en los barrios de los perfumados, que es como llamamos aquí a raíz del golpe a los que tienen más dinero".

El cierre de urnas se retrasó una hora, a las 17.00 (siete horas más en la España peninsular) por la afluencia de votantes, según el Tribunal Supremo Electoral. Ya de madrugada (hora española), los medios de comunicación hondureños daban una amplia victoria al líder del Partido Nacional, Porfirio Lobo, conocido como Pepe, cuya consigna durante la campaña ha consistido en repetir que él nunca perteneció al Partido Liberal (el de Zelaya y Micheletti) y que no tenía nada que ver ni con uno ni con otro. Según las encuestas, Lobo sacaba, con más del 55% de los votos, entre 16 y 17 puntos de ventaja al segundo clasificado, el candidato liberal, Elvin Santos.

Entre los votantes, parecía que el enemigo común era el destituido Zelaya, y más aún, el presidente venezolano, Hugo Chávez. "Yo voté a Zelaya en las anteriores elecciones", confesaba un piloto hondureño que se había desplazado desde Guatemala para votar, "pero desde que se hizo amigo de Chávez, me arrepentí".

Un soldado hace guardia en la entrada de un centro electoral en Tegucigalpa.
Un soldado hace guardia en la entrada de un centro electoral en Tegucigalpa.ASSOCIATED PRESS

La crisis también divide al mundo

La situación de Honduras divide a la comunidad internacional. Los opositores de Zelaya se han encontrado con el respaldo del presidente estadounidense, Barack Obama, quien ha dejado claro que respaldará al ganador de las elecciones. Junto a EE UU se sitúan Canadá, Panamá, Costa Rica y Perú. Frente a ellos, el presidente brasileño, Lula da Silva, y el venezolano, Hugo Chávez, abanderan el grupo de países, incluidos, en principio, los de la UE, que aseguran que no reconocerán como presidente legítimo al vencedor. La Organización de Estados Americanos deseó ayer unos comicios "tranquilos" y anunció una reunión este viernes para analizar la situación.

El pulso en las calles hondureñas es totalmente desigual. Del lado de los golpistas se encuentran todos los canales de televisión menos uno y todas las emisoras de radio menos una, toda la prensa nacional, la Iglesia, el Ejército y las instancias judiciales. Del lado de Zelaya, el pulso apenas lo sostienen en Tegucigalpa unos centenares de seguidores que han llenado de pintadas con faltas de ortografía los muros de la capital.

Candidatos favoritos

- Porfirio 'Pepe' Lobo. De 61 años, es, como Zelaya, un terrateniente de la provincia de Olancho. Éste le derrotó en las presidenciales de 2005 y ha dicho que le considera un "buen amigo", pero Lobo ha evitado apoyar públicamente al dirigente derrocado.

- Elvin Santos. Empresario de la construcción de 46 años. Vicepresidente con Zelaya, fue uno de los primeros en denunciar su acercamiento a Hugo Chávez. Logró la nominación como candidato del Partido Liberal frente a Roberto Micheletti.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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