"Se está perdiendo el respeto al músico"
Representa como pocos en Valencia el arquetipo de cantautor hispano de nuevo cuño. Aquel que, sin obviar a las vacas sagradas del género en castellano, aspira a que algún día su nombre figure en las estanterías de discos al lado de Nacho Vegas o Quique González, dos referentes ineludibles. El flamante Imperfectos (Comboi, 2009), álbum que Manolo Tarancón presenta mañana en Wah Wah (Campoamor, 52, Valencia) a partir de las 22.30, es con toda seguridad el disco más completo de un músico que reconoce que le seducía "la posibilidad de convivir con los músicos durante más de una semana, y con la frescura de grabarlo en sólo ese tiempo", aparte del hecho de que Nacho Vegas, quien ya colaboró con Tarancón en su anterior trabajo "hubiera grabado allí y todo lo bueno" que le comentó sobre aquello, "que también influyó".
Aquello a lo que se refiere el cantautor valenciano es al estudio de Paco Loco en Cádiz, santuario en el que se cuece lo más granado de la independencia hispana, una elección lógica ya que buscaban "un sonido más cercano al del directo, que no terminaba de encajar del todo" con el que registraban hasta ahora en disco. El resultado es un disco sólido pero nada homogéneo, en el que "cada canción es un mundo, desde su tratamiento a su estructura". "Sabía que ése era uno de los fuertes de Paco Loco", dice Tarancón.
Halagado pero a la vez cansado de las comparaciones fáciles con los artistas mentados, Tarancón cree que hay dos tipos de prejuicio: "Por un lado este concepto que la gente no acaba de diferenciar entre el cantautor de carácter social o reivindicativo y el del cantautor americano, el songwriter de toda la vida". Esa es la razón de que "con la palabra cantautor, mucha gente se echa a temblar. Muchos meten a Nacho Vegas en el cajón del indie, y él solo es indie en la forma de hacer las cosas, en el estar continuamente ahí, sin necesidad de ver resultados". Por otro lado, se queja también de que "mucha gente tiende a venerar mucho a un personaje y escucha poco más allá. Son muy de un personaje pero poco de investigar. Y eso pasa con muchos fans de Nacho Vegas y de Quique González".
Quizá su encasillamiento no sería el mismo si cantase en inglés, algo que no se plantea. Y lo justifica así: "El sentido de mis canciones y el objetivo de mi música es llegar al público desde las letras. Y entiendo que mucha más gente entiende el castellano que el inglés, yo incluido, que soy malísimo en esa lengua. Así que no puedo ir contra natura".
En Música fácil, uno de los temas centrales (posiblemente el mejor) de Imperfectos, Manolo Tarancón lamenta que "con Internet se esté perdiendo el respeto al músico y a la canción, y al artista en general", además de que "por otro lado, el sistema al que estamos sometidos no nos deja tiempo para mirar hacia atrás". "Tenemos una vida estresante en la que creo que el ser humano está muy perdido, muy encabronado". Pero pese a esa mirada desasosegada a la realidad circundante, si algo no pueden ocultar sus canciones es que "son autobiográficas, son diez historias personales", tal y como demanda el género. En eso no hay ni puede haber trampa ni cartón.
