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López sólo abrirá la reforma del Estatuto si existe el consenso de 1979

El PP le advierte de que el objetivo ahora es "prestigiarlo, no modificarlo"

La reforma del Estatuto no estará en el horizonte ni en la agenda del Gobierno para esta legislatura, si se atiende a la evidente falta de consenso sobre su necesidad y alcance. Es lo que cabe concluir de la respuesta que ayer dio el lehendakari, Patxi López, a una interpelación del parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, sobre su afirmación de que considera el texto de Gernika como "una fórmula abierta". López lo dijo en el discurso del 30º aniversario del referéndum estatutario. Esa reforma no es un objetivo en sí misma y sólo tendría sentido si estuviera basada en un consenso al menos tan amplio -"gual o superior", fueron sus palabras- como el que alumbró en 1979 el actual Estatuto. Las posiciones de hoy de los principales partidos, con el PNV recuperando el plan Ibarretxe como referencia para una eventual reforma y el PP oponiéndose a contemplarla, hacen impracticable el consenso al que López lo supeditó todo.

El 'lehendakari' sondeará a los partidos en una "ronda" sin fecha

El lehendakari levantó una pequeña polvareda con su afirmación en la tribuna de la Cámara de que realizará una ronda de partidos para sondear "la posibilidad de conseguir ese acuerdo". Según pudo saber este periódico, esa ronda no tiene fecha ni está en el horizonte inmediato. Entre otras cosas, porque el primer discrepante es su socio preferente, el PP, cuyo portavoz, Leopoldo Barreda, le recordó que el objetivo en este mandato es "prestigiar el Estatuto, no reformarlo". Barreda consideró que "no procede" abordar una modificación y consideró que ese cambio no es una demanda social.

Admitió Patxi López que la reforma estatutaria está en el programa electoral de su partido, convertido ahora en programa de Gobierno, como le recordó Maneiro para pedirle concreciones de cuándo y con qué orientación piensa abordarla. Pero puntualizó leyendo el mismo texto del programa al que apelaba el parlamentario de UPyD: "Nos proponemos recuperar los acuerdos perdidos y abordar una reforma estatutaria si existe consenso para ello". Ese grado de acuerdo necesario sería el que se equiparara, al menos, al que se logró en 1979 y que se tradujo en un apoyo del 90% de los votantes en el referéndum de ratificación.

La reforma estatutaria "no es el objetivo fundamental" ni tampoco "un elemento milagroso" que vaya a arreglar todos los problemas. Lo que sí los arreglaría sería "recuperar el consenso de 1979". "Nunca estuvimos tan unidos los vascos", rememoró. Buscar ese consenso, roto por diez años de políticas de enfrentamiento que pretendían marginar a la mitad de la sociedad y desprestigiar el propio Estatuto como elemento de coincidencia es "lo que guía nuestra acción política", afirmó.

Sólo si ese nivel de consenso se revelara como factible, tanto dentro de Euskadi como con en el Congreso de los Diputados, se abordaría la reforma. Nunca será en forma de "aventuras en solitario abocadas al fracaso desde su gestación". "No vamos a utilizar una posible modificación del texto estatutario como nuevo elemento de discordia y enfrentamiento entre vascos", recalcó, porque eso sería "un viaje atrás y no lo vamos a emprender". Maneiro no logró que López le aclarara cuál es su propuesta, su "hoja de ruta", la llamó, para reconstruir el consenso y admitió que la de su formación iría en la línea de la devolución de algunas competencias al Estado y el traspaso de otras a los ayuntamientos. López discrepó de esa propuesta de "centralizar". "No es nuestra idea", zanjó. Lo único que avanzó fue que cualquier actualización del Estatuto tiene que profundizar en el autogobierno, reforzar la convivencia y recuperar los pactos amplios de hace treinta años.

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López escucha en su escaño al portavoz socialista, José Antonio Pastor, y al presidente del PP, Antonio Basagoiti.
López escucha en su escaño al portavoz socialista, José Antonio Pastor, y al presidente del PP, Antonio Basagoiti.PRADIP J. PHANSE

Negociar San Mamés

Los usos públicos permanentes del nuevo San Mamés están abiertos a la negociación entre el club y todas las instituciones públicas que sufragarán el proyecto, según dijo ayer el lehendakari en respuesta a una pregunta de EB en la sesión de control. Su parlamentario, Mikel Arana, inquirió a López sobre las propuestas del Gobierno al respecto, pero el lehendakari no se pronunció con claridad y dejó todas las posibilidades abiertas: mencionó la presencia de federaciones deportivas, un centro de alto rendimiento, un centro de medicina deportiva o el polideportivo propuesto por EB, pero no dijo cuáles son sus preferencias.

Cualquiera de esos proyectos, o varios, son posibles, en la línea de un "uso eficiente" del nuevo estadio, pero el objetivo del Gobierno "es el acuerdo" con el resto de implicados en el proyecto. López se felicitó del cambio de actitud del Ayuntamiento de Bilbao. "Sólo falta la Diputación", añadió. El lehendakari indicó también que el Gobierno negocia y confía en alcanzar un acuerdo con Gipuzkoa Basket para que el equipo luzca la misma publicidad institucional que el Baskonia y el Bilbao Basket.

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