Caixanova rebaja un 30% sus beneficios pero logra contener la morosidad

Caixanova ganó un 30,2% menos en el tercer trimestre del año, con un beneficio antes de impuestos de 80,5 millones de euros, frente a los 115,4 millones que había logrado entre junio y septiembre de 2008. La caída viene motivada por un retroceso de sus resultados de explotación, los que miden el negocio bancario propiamente dicho, de casi el 21%, hasta los 90,5 millones. También están condicionados, según explica la entidad, por su decisión de continuar fortaleciéndose ante posibles contingencias futuras.

Caixanova señala que cuenta con un fondo de insolvencias de 605,4 millones de euros y otro de provisiones generales de 97 millones, lo que le permitiría afrontar minusvalías en el caso de una mala evolución del mercado. Las dotaciones de provisiones en el trimestre suman 93,2 millones. Caixanova señala que no le afecta la reciente decisión tomada por el Banco de España de elevar del 10% al 20% del valor de tasación el importe de las provisiones dedicadas a cubrir los pisos que se aceptan como pago de deudas, ya que asegura que "con la máxima prudencia" lo venía haciendo desde 2008 de forma voluntaria

Pasa a la página 2Las pérdidas que Caixanova computa por deterioro de activos sumaron 237,3 millones de euros, con un alza del 242,8% sobre las registradas hace un año. La segunda caja gallega cerró el tercer trimestre con una tasa de morosidad del 4,65% (39 centésimas por debajo de la media del sector), "por lo que sigue consiguiendo frenar la morosidad desde que en febrero se situase en el 4,66%", señala en una nota.

En cuanto a la evolución del negocio, ha incrementado su actividad en un 3,7% y alcanza ya 43.015 millones de euros, sin contabilizar las masas del Banco Gallego, cuyo negocio consolida al controlar más de la mitad de su capital. La caja mantuvo entre junio y septiembre crecimientos tanto en recursos de clientes, que lo hacen en un 5,4%, como en inversión crediticia, que aumenta un 2,1%. Desde el tercer trimestre de 2008, Caixanova recortó en 25 el número de oficinas, hasta las 560 sucursales, descenso que se produjo sobre todo en Galicia, donde cuenta ahora con 388, frente a las 415 del ejercicio pasado.

"Propiedad de Galicia"

El último balance de las cajas era uno de los datos que el presidente Feijóo esperaba para fijar una postura sobre la hipotética fusión de las cajas. Antes de conocer los datos, Feijóo prometió de nuevo actuar con "rigor, responsabilidad y prudencia", las tres virtudes que reclama cada día y que le impidieron ayer refrendar el mensaje lanzado la víspera en el Parlamento por su conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás.

Feijóo pidió dejar de lado "los localismos" para decidir el futuro de las cajas, pero evitó aludir a "los personalismos estériles" cuya desaparición reclamó también Facenda en la Cámara. Sí subrayó en cambio el presidente que "la propiedad de las cajas es de Galicia, de lo contrario serían bancos". A continuación dejó claro que la lucha norte-sur no ayuda a enfocar el debate. Advirtió de que "si hay un caso donde el localismo no puede ser un principio es éste".

Feijóo comprometió que antes de final de año la Xunta explicará su postura "que no será caprichosa" y que tomará como referente el diagnóstico del Banco de España. Y avanzó su esperanza de que ambas entidades la compartan, pero no aclaró qué hará la Xunta si esto no sucede.

Según informa Europa Press, los tres sindicatos de clase, UGT, Comisiones Obreras y CIG, serían contrarios a la fusión siempre que ésta implique destruir puestos de trabajo.