El 'huracán' Béjart
El esfuerzo y el ánimo, documental de Arantxa Aguirre que se verá en la Seminci, narra "el futuro" de la compañía del coreógrafo fallecido a través de Aria, nuevo montaje de Gil Roman
De puntillas, sin zapatos, en silencio. Así ha entrado Arantxa Aguirre en las salas de baile del Maurice Béjart Ballet, en Lausanne. Ha escuchado la respiración entrecortada de los bailarines, ha sido testigo de su sufrimiento y su cansancio, también de su orgullo, sus ilusiones y su amor por el trabajo bien hecho. Y todo ello lo ha trasladado al documental El esfuerzo y el ánimo, primer largometraje que firma en solitario y en el que indaga y aborda el futuro de la compañía que creó el coreógrafo Maurice Béjart, el hombre que revolucionó el arte de la danza. Su muerte hace dos años dejó desorientados y huérfanos a los 35 bailarines de la compañía suiza, un porvenir incierto y un hermoso desafío. El hilo conductor de El esfuerzo y el ánimo es la creación de un nuevo espectáculo, Aria, obra de Gil Roman, el director elegido por el propio Béjart para continuar al frente del ballet. Bellas imágenes, entrevistas con expertos, amantes del ballet, como la ex emperatriz Farah Diba o un taxista de Lausanne, y responsables políticos, y material de archivo conforman el largometraje que se va colando en la magia y los sueños y la angustia de esos bailarines que saben de la carga del legado del que fue su maestro.
El documental, una producción de López-Li Films en la que ha entrado como coproductora TVE, ha sido ya vendido a Suiza, Japón, Rusia, Alemania y la televisión australiana. En España se estrena el domingo próximo en la Seminci de Valladolid, después de pasar por diversos festivales internacionales -Montreal, Varsovia, Gante o São Paulo-.
"No harás nunca un documental si el tema no apasiona". Nada más fácil para Arantxa Aguirre que cumplir esta recomendación de Jean Painlevé, realizador francés y figura fundamental del género documental. Bailarina desde niña, estudiante de ballet clásico en Madrid y en La Habana, con Alicia Alonso, consiguió una audición en la escuela de Béjart en los años ochenta donde estudió durante unos meses hasta que se dio cuenta de que no lograría llegar a ser lo que ella quizá había soñado. La libertad y la creatividad que encuentra trabajando en el género documental -"en la ficción hay mucha presión, nunca está a la altura de tus sueños, quizá porque depende de una maquinaria inmensa y grandes equipos"- y su pasión por el baile los ha unido en El esfuerzo y el ánimo.
Aguirre, con una larga experiencia como ayudante de dirección y guionista y realizadora de diferentes documentales, habla del "huracán" Béjart. "Fue el que utilizó el ballet clásico, hasta entonces encorsetado y polvoriento, para apuntalar las inquietudes de hoy. Consiguió llevar su trabajo, de una belleza nada convencional, absolutamente moderna, hasta el corazón de la gente, de todo tipo de gente que abarrotaba estadios y escenarios para dejarse conquistar por este hombre que siempre miraba hacia adelante". Éste fue precisamente el mensaje que legó a su sucesor, Gil Roman. "No mires atrás. Pase lo que pase, avanza", le dijo. Y así lo ha hecho este bailarín que llegó a la compañía de Béjart siendo casi un niño y que ante las cámaras confiesa, a corazón abierto, sus dudas y miedos, pero también descubre su fuerza y su genio. "Lo que estoy haciendo ahora", dice el coreógrafo de Aria, "corresponde a la promesa que hice a Maurice. La ciudad de Lausanne ha anunciado su intención de subvencionar a la compañía durante tres años más, de momento. Así que ahora nos toca a nosotros... Vamos a demostrar que estamos preparados y que dentro de tres años seguiremos aquí. No vamos a mirar hacia el pasado. Vamos a hacer vivir ese pasado en el presente y vamos a inventar nuestro futuro".
El esfuerzo y el ánimo, que ha contado, resalta su realizadora, con la intuición del cámara Carlos Carcas, el talento de José Luis López Linares durante la grabación del estreno de Aria, y la minuciosidad del montador Sergio Deustua, destila amor y admiración por Béjart. De los 35 bailarines que estaban en la compañía a la muerte del coreógrafo, sólo cinco decidieron marcharse. Se sienten responsables del legado y muestran su gratitud por lo que aprendieron con él. "Cuando salimos a bailar sentimos que Maurice está con nosotros", dice la bailarina rusa Daria Ivanova. "Cada día le defiendo y sigo bailando por él. Siempre bailo por él", asegura la ucrania Kateryna Shalkina. "Maurice nos sigue dando fuerzas", explica la rumana Oana Cojocaru.
La semana pasada, Aguirre viajó con una copia de su película bajo el brazo. Su destino: la cinemateca de Lausanne, donde la esperaba la compañía y la escuela de Maurice Béjart. La proyección fue emocionante, conmovedora. Se miraron y se encontraron en el espejo de la lucha por la supervivencia y la ilusión. -
El esfuerzo y el ánimo, dirigido por Arantxa Aguirre, se proyecta en la sección Tiempo de Historia de la Seminci de Valladolid el próximo domingo, día 25.
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