La planta de Opel en Zaragoza se asegura el futuro con Magna
Los sindicatos logran rebajar a 900 los despidos en Figueruelas en un plan a 10 años - España se muestra dispuesta a aportar ayudas, como Alemania
Algo cambió durante la noche. La reunión del miércoles entre el comité de empresa de Opel en Zaragoza y su futura propietaria, Magna, terminó a las once de la noche con caras desencajadas y sin acuerdo. La empresa austro-canadiense se atrincheraba en la cifra de 1.330 despidos y sin detallar la viabilidad de la planta a largo plazo. Ayer, después de tres horas con el ministro de Industria, Miguel Sebastián, se alcanzó un principio de acuerdo: la plantilla se reducirá en 900 puestos y fabricará el 72% de los coches pequeños de la marca europea.
Es un plan a 10 años que implica un giro de 180 grados respecto a las posiciones de la noche anterior. La reunión, según fuentes sindicales, fue dura. Tensa. Finiquitaron el encuentro cerrando la carpeta con un "golpetazo" y sin despedirse. Al finalizar el encuentro, la secretaria de Industria, Teresa Santero, llamó para informarse de los acuerdos.
Las negociaciones del día anterior se habían cerrado con un "golpetazo"
"El encuentro entre Merkel y Zapatero propició el acuerdo", dice Sebastián
La respuesta fue rotunda. Y así se lo comunicó a Sebastián. Éste le pidió que volviera a llamar, para concertar una nueva cita a la que iba a acudir personalmente. "Un último esfuerzo", repitió Sebastián. A las 12 del mediodía, el ministro se encontró con las partes. Les aseguró a los sindicatos que la nueva oferta de Magna era ya el último escollo que la empresa estaba dispuesta a superar. Y los trabajadores aceptaron.
Miguel Sebastián, en declaraciones a este periódico, dijo: "Hemos visto que la oferta
cumple con nuestras expectativas y le he confirmado al Gobierno alemán que estamos dispuestos a hacer un esfuerzo proporcional al peso de la planta zaragozana en Opel". Se refiere a la aportación financiera de 4.500 millones que la cancillería asumió como necesarios para salvar Opel, y la parte que España podría añadir.
El ministro de Industria reconoció por otro lado haberse deshecho de las sospechas sobre la operación. "La venta a Magna nos preocupaba por los planes iniciales que habíamos visto. Pero ayudó el encuentro del presidente [Jose Luis Rodríguez Zapatero] en Pittsburgh con [la canciller alemana] Angela Merkel. Los contactos políticos mejoraron las negociaciones".
Los sindicatos españoles logran así un número de bajas tolerable -se habían negado a aceptar más de 1.000- y reducir a casi la mitad la propuesta inicial de Magna (1.650). Los despidos se harán de forma "poco traumática", explica el secretario general del metal en Aragón de UGT, Luis Tejedor, y las bajas se negociarán "en el ámbito local", prosigue. El recorte implica el 12% de los 7.500 empleados que tiene Figueruelas. Los empleados llevan ya un año acarreando regulaciones de empleo temporal. Toda la plantilla se ha quedado en casa un mínimo de 30 días y 600 trabajadores, durante un año entero.
La batalla por el empleo no era la única que se libraba en Zaragoza. Los sindicatos temían que Magna quisiera trasladar el grueso de la producción a la fábrica de Eisenach, en Alemania. Pero con el preacuerdo de ayer, la planta de Figueruelas se asegura su actividad actual. Fabricará en exclusiva el Opel Corsa de cinco puertas, el Meriva y el Combo, así como todos los modelos derivados del Corsa.
Eisenach se queda con el Corsa de tres puertas. Pero con una condición. Si la demanda de este modelo aumenta, de forma que supera el 28% de la producción que tienen asignada, Figueruelas pasa a elaborar el excedente. En cambio, si se reduce, los trabajadores españoles tienen el compromiso de Magna de que no desviará ninguna de sus partes a la fábrica alemana.
Los sindicatos lograron ayer otra batalla que podían perder. La estructura de prensa, las estampaciones, se queda en España. Alemania sólo elaborará aquellas exclusivas del Corsa de tres puertas. Las comunes para el tres y el cinco puertas, y las del Meriva y el Combo, no se moverán de Zaragoza. "Hemos hecho ya lo peor", explica Tejedor. Aún queda pactar con Magna el plan de ahorro con los trabajadores. Magna pretende reducir el coste salarial en 25,5 millones.
El preacuerdo que se alcanzó ayer es sólo eso. La comisión permanente del comité de empresa se llevará la propuesta de Magna a Aragón y este lunes se votará en referéndum entre los empleados. Quedan todavía escollos como la forma en que se desarrollará el plan de ahorro. Se decidirá también la desconvocatoria de las huelgas previstas.
