El cementerio del crimen y el robo, en el fondo de Rabassa

Un desguace de coches, la mayoría robados, y un verdadero arsenal de armas con las que se habrán cometido diversos delitos. Esto es lo que han hallado los buzos de la Guardia Civil de Alicante en el fondo de las lagunas de Rabassa. Un total de 32 armas, entre escopetas, metralletas y carabinas de aire comprimido, así como 19 vehículos, 13 de los cuales figuraban como sustraídos.

Según el instituto armado, las labores de búsqueda comenzaron el pasado marzo cuando los agentes empezaron a sospechar "de que en el interior de las mencionadas lagunas pudieran encontrarse vehículos o armas procedentes de robo o, simplemente, estar implicadas en algún tipo de hecho delictivo", según informaron ayer mediante una nota de prensa. Para lograr su objetivo han sido necesarias 67 inmersiones en las lagunas, situadas al noreste del término municipal de Alicante y que están formadas por tres lagos de entre 8.000 y 30.000 metros de lámina de agua y una profundidad máxima de unos 20 metros. Esta zona húmeda está pendiente de protección el en Plan Rabassa.El futuro Plan Rabassa, adjudicado al promotor Enrique Ortiz, planea precisamente levantar miles de viviendas y edificios de servicios deportivos y comerciales, junto a estas lagunas artificiales. Ahora están en medio de una zona deshabitada. La Guardia Civil reconoce en la nota de prensa remitida ayer que estas lagunas "por su particular configuración e inhóspita ubicación son un lugar idóneo lugar para hacer desaparecer cualquier objeto". Fuentes de la Guardia Civil recordaron también que estas zonas húmedas están rodeadas de unas lomas, cuya altura no supera los 100 ó 200 metros que se formaron por la acumulación de restos de la actividad minera en la zona, lo que permite lanzar objetos al fondo de las lagunas. Además, están ubicadas en la salida norte de Alicante, hacia la Universidad, bien comunicadas por autovía y sobre todo muy solitarias. Antes, el acuartelamiento de Rabassa, cuando albergaba a los Grupos de Operaciones Especiales, tenía muchas más actividades, pero ahora quedan menos soldados y apenas hay viviendas o fábricas. Con lo que es un lugar ideal para pasar desapercibido y poder esconder objetos robados.

Los buzos especialistas, durante todos estos meses de pesquisas, han logrado rescatar 19 vehículos, entre los que hay turismos, furgonetas, motocicletas y ciclomotores. De ellos 13 figuraban como sustraídos. Las inmersiones de los buzos "se vieron dificultadas por la gran cantidad de cañaverales y arbustos semisumergidos que rodean los lagos, unido a una ingente cantidad de basuras que allí han sido depositadas", según explicó la Guardia Civil. "A todo eso, se debe sumar el importante volumen de fango y arcilla que existe en el fondo de las lagunas, por lo que los buceadores además de buscar sin luz debían hacerlo con extremo cuidado para no levantar del fondo sedimentación".

Actualmente, se analiza la procedencia de lo hallado para, en su caso, ser devuelto a sus propietarios "siempre y cuando los efectos recuperados no estén implicados en algún tipo de hecho delictivo". De las conclusiones que surjan de las labores de análisis de todo el material se podrán despejar datos relevantes como son su procedencia, antigüedad o situación legal. Con esta operación, según la Guardia Civil "se pretende que las lagunas de Rabassa dejen de ser un enclave propicio para hacer desaparecer objetos procedentes del robo o de cualquier otro hecho delictivo", concluye la nota.