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El equipo de Aguirre insiste en negar el espionaje pese al informe policial

El PP evita que Granados comparezca para explicar el seguimiento a Prada

A pesar de que tres empleados de la Comunidad han admitido ahora ante una juez -hace meses lo negaron- que realizaron seguimientos al ex vicepresidente Alfredo Prada (según ellos, no para espiarlo sino para protegerlo); y a pesar de que la policía afirma que esos tres empleados "son los autores de los partes de seguimiento" que este periódico publicó y el PP dio por falsos, el portavoz popular en la Asamblea, David Pérez, sostuvo ayer: "La Justicia determinará, pero nada en la investigación judicial revela más que una correcta actuación de la Comunidad de Madrid".

Con esa tesis, el PP denegó la comparecencia del consejero de Interior, Francisco Granados, que PSOE e IU pedían por considerar "acreditado" que el "espionaje" a dirigentes del PP críticos con Esperanza Aguirre existió. "Ha quedado acreditado que Prada fue seguido; que Sergio Gamón [ex director de Seguridad] mintió cuando negó haber ordenado 'ningún tipo de seguimiento'; y que Granados mintió también o es un incapaz", dijo Inés Sabanés. La portavoz de IU subrayó que la teoría "inventada" ahora por el PP -que a Prada sólo se le siguió para protegerle con contravigilancia- "agrava la situación", porque esa contravigilancia habría vulnerado todos los protocolos de seguridad (no se avisó a Prada ni a su escolta).

Maru Menéndez (PSOE) recordó que "mentir en una comisión de investigación es delito" y reprochó al PP: "Ustedes, a nivel nacional, hablan de supuestas escuchas sin aportar una prueba. En Madrid, con todos los datos, no asumen su responsabilidad".Cuando, hace seis meses, saltó el escándalo por el presunto espionaje sufrido por el ex vicepresidente Alfredo Prada y el vicealcalde Manuel Cobo -ambos, dirigentes del PP críticos con Esperanza Aguirre-, todos los posibles implicados negaron tajantemente que los seguimientos hubieran existido. Lo negó el responsable de Interior, Francisco Granados, lo negó el portavoz del PP en la Asamblea, David Pérez, lo negaron los distintos mandos del departamento de seguridad y también los agentes a su cargo. El PP concluyó que no había ningún indicio de espionaje y ventiló la comisión de investigación en cuatro sesiones.

Pero el asunto ya estaba en los tribunales, denunciado por las víctimas -Prada y Cobo-, y la juez se dirigió a Telefónica para conocer el posicionamiento, en los días del supuesto espionaje, de los teléfonos móviles de varios sospechosos, entre ellos tres ex guardias civiles y tres ex policías fichados como asesores por Granados y por el entonces director de Seguridad, Sergio Gamón.

Esa investigación hizo concluir a la policía en un informe: "Los autores de los seguimientos y de los partes" fueron los tres ex guardias civiles. EL PAÍS comprobó después, analizando los posicionamientos y 4.000 llamadas realizadas esos días por los agentes, que al menos uno de los ex policías asesores de Gamón participó también en el seguimiento a Prada. Y, además, los tres ex guardias civiles declararon a la juez que el operativo lo formaban ellos y los tres ex policías. Alegaron, eso sí, que no hubo "espionaje" sino "contravigilancia" (una forma de protección a un cargo público). Y que no lo habían dicho antes "por la presión mediática". Los tres están imputados; la juez citará previsiblemente a Gamón en septiembre.

Nada de eso cambia la opinión del portavoz del PP. "Llevan meses castigando a esta Cámara. El asunto del espionaje ya fue aclarado aquí. Ahora está siendo analizado por la justicia, que determinará lo que corresponda. A día de hoy, nada en esa investigación judicial apunta a ninguna de las responsabilidades que ustedes dicen. Nada apunta a otra cosa que a la absolutamente correcta actuación de la Comunidad. Si alguien miente son ustedes", protestó Pérez durante la reunión de la Diputación Permanente.

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El portavoz reprochó a la oposición que se empeñe en debatir cosas "que no interesan a los ciudadanos", como "el cuento de los espías", en lugar de hablar del paro, las tarifas eléctricas o el caos en Barajas el día del apagón. Menos tajante había sido la propia Aguirre, que por la mañana evitó aclarar si reabrirá la comisión de investigación -"Cuando diga algo la justicia, se verá"- y reiteró que "los primeros interesados" en conocer "si se ha hecho algo incorrecto" son los miembros de su Gobierno, informa J. S. González.

Maru Menéndez auguró que el PP intentará zanjar el caso "sacrificando a Gamón como sacrificó a López Viejo [ex consejero de Deportes, que dimitió por su implicación en el caso Gürtel]". "Lo que ha ocurrido es un atropello", dijo. Sabanés pidió la dimisión de Aguirre y advirtió a los populares: "Seguirán bajo sospecha".

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