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Ginebra de lujo con agua de Lleida

Al pensar en productos típicos de Lleida lo normal es hablar de peras, manzanas y caracoles. Pero el futuro puede cambiar. La calidad del agua ya atrajo hace más de medio siglo a la cervecera San Miguel y ahora también ha influido para que una empresa de origen norteamericano, Emeralda Liquors, se establezca en Lleida para destilar bebidas alcohólicas como la absenta y la ginebra. También la cercanía con los Pirineos, donde se recolectan la mayoría de hierbas aromáticas y especias con las que se elaboran esos licores, fue clave para apostar por Lleida y no Tarragona, como tenían previsto.

Y es que hace 90 años Tarragona fue la capital mundial de la absenta con más de 30 destilerías tras prohibirse su producción en el resto de países. Fue esa pasión por la absenta y su historia lo que llevó a dos californianos, Bryan Alex, maestro destilador, y a su socia, Joanne Haruta, a venir a España a reproducir con fidelidad el estilo típico y excepcional de las absentas verdes de Tarragona. Tras buscar la ubicación, al final se asentaron en Lleida, donde hace un año nació la absenta Obsello, la única de la gama Premium que se elabora en España.

La base de la destilería está en un pequeño almacén del polígono industrial. Los alambiques de cobre contrastan con las paredes de hormigón. "Nuestra intención es poner en marcha en el futuro una destilería abierta al público para hacer degustaciones", dice Óscar Tamayo, director comercial de la marca. Por ahora, el local basta para elaborar de forma artesanal la absenta y la ginebra, Port of Dragons, lanzada en primavera. "Tenemos dos alambiques que nos permiten elaborar lotes de 500 botellas en cada destilación, todas numeradas. Cuando aumentemos la demanda pondremos ocho más, aunque conservaremos la elaboración artesanal", asegura Tamayo. Y tan artesanal es el proceso que en la nave se observa entero: en un rincón están los sacos con las hierbas y especias: ajenjo, hinojo y anís para la absenta; enebro, lirio y regaliz para la ginebra. Las botellas de vidrio, en una esquina. En medio, la pequeña cadena de montaje en la que se lavan, etiquetan, llenan y taponan las botellas una a una.

Los alambiques están pegados a una pared junto a los bidones a los que se pasa la producción. "Seguimos el método original de hace 100 años con las garantías de calidad actual", apunta Tamayo. La calidad de las bebidas, exportadas a Alemania, Italia, Estados Unidos y Canadá, ha sido premiada con la medalla de oro del Beverage Testing Institute. La destilería quiere seguir creciendo. "En el futuro queremos elaborar una alcohólica con denominación de origen de Lleida", añade Tamayo.

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