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Turquía sienta en el banquillo a dos ex generales por una trama golpista

La justicia acusa a 140 personas de pretender derribar al Gobierno de Erdogan

Dos altos generales retirados de las Fuerzas Armadas turcas comenzaron a ser juzgados por primera vez en la reciente historia de Turquía bajo la acusación de golpismo. El ex general Sener Eruygur, que fue jefe de la Gendarmería militar, y el ex general Hursit Tolon, que comandó un cuerpo del Ejército, se enfrentan a una petición de condena de tres cadenas perpetuas. Como cabezas visibles de una trama de conspiradores en la que están implicadas hasta ahora dos centenares de personas, ambos jefes militares están siendo juzgados junto a otros 54 encausados en la segunda fase del llamado caso Ergenekon, una red ultraderechista que se disponía, según la fiscalía, a derrocar al Gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamista moderado, en el poder desde 2002). El objetivo final de Ergenekon era sembrar el caos en Turquía mediante ataques y atentados para crear un medio político propicio para la intervención del Ejército. Desde 1960, los militares han expulsado del poder a cuatro gobiernos civiles legítimamente elegidos en las urnas.

El juicio ha abierto una brecha entre los sectores sociales laicos e islamistas
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Redada en Turquía contra el golpismo

La prisión de Silivri, en las afueras de Estambul, ya fue escenario el pasado 20 de octubre de la primera fase del juicio, en la que se abrió el proceso contra los primeros 86 acusados. Además de antiguos militares y miembros de las fuerzas de seguridad -como el general de brigada Levent Ersoz-, en los más de 2.000 folios del sumario figuran también periodistas, hombres de negocios y miembros de partidos de la ultraderecha nacionalista turca. Los generales Eruygur y Ersoz no asistieron por enfermedad a la vista de ayer, en la que sí estuvo presente el general Tolon.

El descubrimiento hace dos años en la casa de un oficial retirado de un arsenal de granadas de mano con los sellos oficiales del Ejército turco, parte de las cuales habían sido utilizadas en un atentado, fue el detonante que llevó a policías y fiscales a abrir el caso Ergenekon, así llamado por el mítico valle de Asia de donde procedería el pueblo turco. La investigación de la trama golpista, que ha llevado a la detención de centenares de personas, ha contribuido a agrandar la profunda brecha abierta en la sociedad turca entre los sectores laicos -defensores del orden impuesto por el fundador del República Turca, Mustafá Kemal, Atatürk, a partir de 1923- y la corriente social islamista en la que tiene su base el Gobierno de Erdogan, que en las elecciones celebradas en julio de 2007 obtuvo el 47% de los votos.

Centenares de manifestantes favorables a los imputados hicieron ondear ayer banderas turcas a las puertas del tribunal de la prisión de Silivri mientras gritaban: "¡Los patriotas están en la cárcel!". Durante el pasado fin de semana varias marchas recorrieron el centro de Estambul bajo el lema: "¡Juicio a los golpistas!".

Uno de los encausados desde ayer, el periodista Tuncay Ozcan, rechazó durante la vista las acusaciones de la fiscalía. "Soy un prisionero político. No he cometido ningún crimen: soy un defensor de Atatürk. No permitan que siga en la cárcel sólo por mi oposición [al Gobierno]", afirmó ante los jueces.

Dentro del proceso de armonización legal de Turquía a la normativa de la Unión Europea, el Parlamento de Ankara acaba de aprobar una reforma legal para que los militares en activo puedan ser juzgados por tribunales civiles en caso de delitos contra la seguridad nacional o por conspirar contra el Gobierno. Hasta ahora sólo los jueces castrenses podían encausar a los uniformados.

El jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas emitió en abril de 2007 un duro comunicado sobre el riesgo de islamización de Turquía por la política del Gobierno. Desde entonces, las relaciones entre el Ejecutivo y el Ejército, defensor último del Estado laico, no han dejado de deteriorarse. Hace ahora un año, el Tribunal Constitucional rechazó, por un solo voto, una petición del fiscal del Tribunal Supremo para ilegalizar al partido de Erdogan.

Manifestación a favor de los encausados, con imágenes de Atatürk, el fundador de la Turquía moderna, frente a la prisión de Silivri.
Manifestación a favor de los encausados, con imágenes de Atatürk, el fundador de la Turquía moderna, frente a la prisión de Silivri.REUTERS

En el punto de mira

- En el sumario del caso Ergenekon se fijan varios objetivos para atentados, como el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan,

y el premio Nobel de Literatura Orhan Pamuk.

- Un ex jefe del Estado Mayor del Ejército y un alcalde nacionalista kurdo también estaban señalados.

- Los investigadores del caso Ergenekon lo han relacionado con el asesinato del periodista turco-armenio Hrant Dink en 2007.

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