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La censura de Gondomar reactiva la guerra urbanística

Como oposición ha estado pugnando por recuperar el "de la corrupción"

Dos concejales procesados por cohecho, tras ser sorprendidos cobrando por una recalificación en el plan general de urbanismo que habían vendido, y otros cinco, más el entonces alcalde, Carlos Silva, condenados en otra causa a prisión e inhabilitación por prevaricación urbanística, marcan los precedentes de la moción de censura planteada por los concejales del PP, PSOE y Move Gondomar contra el alcalde Antón Araúxo, del BNG, con el planeamiento urbanístico como cuestión prioritaria que, sin embargo, los promotores de la censura aún no han decidido cómo encarar, según informaron ayer.

Martín Urgal, el candidato a alcalde (PP), Alfonso de Lis (PSOE) y Manuel Núñez Sestelo (Move Gondomar) comparecieron ayer ante los medios de comunicación para anunciar las que serán sus primeras medidas de gobierno, una vez se consume pasado mañana la moción de censura. Lo hicieron en un hotel de Nigrán. Ha sido una semana agitada en Gondomar, con cacerolada diaria contra la moción, y ayer la Guardia Civil vigilaba la entrada del hotel en previsión de altercados.

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Varios centenares de vecinos volvieron ayer a recorrer las calles del centro urbano para insistir en el binomio moción =corrupción, que también es la denominación de la plataforma convocante.Lo primero que aprobará el nuevo gobierno de Gondomar será un presupuesto municipal.

El BNG no ha sido capaz de aprobar ninguno, ni siquiera un sueldo para sus concejales.

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Para los promotores de la moción resulta "una perversión del juego democrático" que los cinco concejales gobernantes hayan impuesto sus criterios a los otros 12. "Los que mandan están en la oposición", afirman éstos, arrogándose una capacidad demostrada para "obligar" a los nacionalistas "a asumir cuestiones a las que abiertamente se oponen", aunque al mismo tiempo les acusan de no cumplir los acuerdos plenarios que ellos promovieron.

El gobierno nacionalista ha perdido 1,2 millones de euros en subvenciones, según aseguran, y ahora se revisará toda su gestión económica. La moción, dijo el alcaldable, Martín Urgal, es "traumática para todos, para los que salen y para los que entran", pero "Gondomar y los gondomareños" la están urgiendo: por la paralización municipal y, singularmente, del urbanismo, "con cientos de vecinos que no pueden construir su casa".

El nuevo gobierno hablará "con la gente para saber su opinión" en relación con el urbanismo y después decidirá si acometer un plan nuevo o rescatar el "de la corrupción" de 2006. La anterior corporación acordó, antes de las elecciones de 2007, suspender su tramitación "por higiene política". Abría 1,6 millones de metros cuadrados a una urbanización intensiva y José Luis Mosquera, portavoz del gobierno, y Alejandro Alonso, responsable de urbanismo, ya se lo estaban cobrando a los promotores. Ayer se aseguró que "sólo" se había suspendido su tramitación hasta las elecciones municipales, pero la moción aprobada no fija plazos, sino que llanamente "deja sin efecto la aprobación inicial" del plan.

El BNG trató de poner en marcha un nuevo planeamiento, pero la oposición apostaba por recuperar el "de la corrupción" sometiéndolo a la "limpieza" que precise. Ahora no descarta tramitar un nuevo plan, pese a la "declaración de lesividad para los intereses de Gondomar" (por cuanto ya existía el de 2006) que aprobó y que han de sustanciar los tribunales.

Este trasfondo urbanístico ha motivado las movilizaciones de esta semana de la plataforma moción=corrupción, que ayer cerró su marcha con un festival con grupos de la comarca. También se han escuchado todas las noches unas notas sincronizadas de zanfona, como tañido lúgubre, que repartió el siniestro Segundo Grandío para las protestas, en las que han participado vecinos de todos los partidos.

Nada evitará la moción de censura. Sus promotores no se han repartido aún las áreas de gestión, pero en el nuevo gobierno tendrá un papel destacado Carlos Silva, ex alcalde y cabeza de lista del PP, condenado por prevaricación urbanística y cuya candidatura a la alcaldía hizo fracasar, "por estética", la primera tentativa de censurar al BNG.

Un grupo de manifestantes ante el ayuntamiento, poco antes de comenzar la marcha de protesta de ayer.
Un grupo de manifestantes ante el ayuntamiento, poco antes de comenzar la marcha de protesta de ayer.LALO R. VILLAR

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