Euskadi y Navarra normalizan relaciones 13 años después

El pasado 29 de junio, la comida del consejero de Relaciones Institucionales del Gobierno de Navarra, Alberto Catalán, con periodistas parlamentarios quedó interrumpida para ver el informativo de ETB. Por primera vez en mucho tiempo, las fronteras de las comunidades de Euskadi y Navarra quedaban reflejadas nítidamente en la información meteorológica de la televisión pública vasca.

Pero sobre la delgada línea que ahora separa en el mapa del tiempo a las dos comunidades existe un desencuentro institucional que ha durado una década. El gesto de ETB simboliza la voluntad del nuevo Gobierno vasco de recomponer la relación de dos comunidades vecinas, basándose en el respeto mutuo.

La visita que Patxi López realiza hoy a Pamplona será la primera con carácter oficial de un lehendakari a la capital navarra en los últimos 13 años. Juan José Ibarretxe estuvo en Navarra en actos públicos en tres ocasiones, pero nunca mantuvo una reunión oficial con el presidente navarro, Miguel Sanz (UPN). La presencia del lehendakari se circunscribía a actos puntuales en los que apenas había margen para algo más que un apretón de manos con Sanz y un breve saludo. Como ocurrió en noviembre de 2008, en el puente de Endarlatsa, que une la Comunidad Foral con Guipúzcoa. Un ejemplo de que las dos comunidades se han entendido en lo imprescindible pero sus gobernantes no han dialogado apenas.

La anterior reunión de un 'lehendakari' y un presidente foral fue en 1996

Los Gobiernos vasco y navarro quieren ahora establecer unas relaciones de buena vecindad, superando los recelos que las han impedido. Sobre todo, por parte de la derecha navarra, que veía en el nacionalismo vasco pretensiones anexionistas. El intento más destacable de crear un vínculo institucional se produjo en 1995, cuando el lehendakari José Antonio Ardanza y el socialista Javier Otano, al frente de un Gobierno foral tripartito (PSN-PSOE, CDN y EA) firmaron en Vitoria un protocolo para crear un órgano de colaboración permanente entre ambas comunidades. Fue refrendado en 1996 por los dos parlamentos, pero poco después cayó el tripartito y nunca se creó el citado órgano.

Este hecho y la política soberanista desarrollada por Ibarretxe a partir de 1998 llevaron a la ruptura de la cooperación preexistentes. Folletos turísticos vascos con alusiones o imágenes de Navarra, las invocaciones a Euskal Herria, presente en el plan Ibarretxe y en el currículo educativo vasco, las ayudas al fomento del euskera en Navarra otorgadas por el Gobierno de Vitoria a través de la red privada de ikastolas o la política informativa de EITB han sido otros focos de discordia. López y Sanz tratarán a partir de hoy de enterrarla con la firma de un convenio de cooperación en materia cultural y de infraestructuras.