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Lo que no vio el Comité Olímpico Internacional

Demasiado apretados en el polideportivo municipal

Madrid, a la cola en el número de instalaciones por habitante

"No vamos a enseñar ningún castillo en el aire ni ningún decorado, sino la realidad: la realidad de una ciudad pujante, dinámica, viva, que ama el deporte y que quiere organizar unos Juegos". Así hablaba un pletórico Alberto Ruiz-Gallardón hace poco más de un mes, cuando la Comisión de Evaluación del Comité Olímpico Internacional visitó Madrid. Vieron las grandes instalaciones deportivas, como la Caja Mágica o el Santiago Bernabéu. La próxima semana el alcalde irá a Lausana para asistir a la lectura de las bondades de la candidatura de Madrid 2016.

Porque los ciudadanos hacemos deporte. Basten un par de cifras: 20 millones de visitas a los polideportivos municipales al año. 163.000 personas juegan al fútbol cada fin de semana. Otra cosa es lo fácil que resulte. Y no parece mucho. De un recorrido por los polideportivos de la capital se regresa con quejas similares: no quedan huecos para jugar a las horas más comunes; es imposible encontrar una pista libre de fútbol sala, balonmano o baloncesto; hay que hacer colas para apuntar a los críos a natación; no se reservan canchas por teléfono.

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Una mirada a las cifras puede dar una pista. Hay 45.000 madrileños por cada polideportivo (70), una ratio que ya con las cifras de un estudio de 2006 de Consumer Eroski resultaba muy saturada respecto a la media nacional, que es de 25.900. Tan sólo Málaga tenía peores datos que Madrid, de entre 18 grandes capitales. Hoy sólo habría aventajado a Bilbao.

Luego están las 492 canchas de baloncesto y fútbol en la calle. En Usera, los vecinos llevan tiempo esperando a que pongan la canasta de una pista: "Se rompió, la quitaron, y nada más". Los chavales se conforman con la canasta que sigue en pie, rodeada de pintadas. El problema no está sólo en las canastas. La web ¿Olimpiadas para quién? (www.madridjuegos2016.net) recoge denuncias. Canchas abandonadas, deficiencias en el anillo ciclista, polideportivos cerrados...

En el parque de Eva Perón, en Salamanca, sólo una cancha de fútbol sala estaba ocupada ayer a las tres, pero una empleada explicaba que no es lo normal: "Hay mucha demanda, sobre todo tardes y fines de semana". No es un problema de distritos. Tras llamar a cinco polideportivos de toda la ciudad, es casi imposible dar con una pista libre de fútbol sala, balonmano o baloncesto.Omar Eibar, que acaba de alquilar un campo de fútbol-7 por 30 euros en el Centro Deportivo de Orcasitas, conoce bien las dificultades para conseguir canchas. "Normalmente, hay problemas y si la quieres para el domingo hay que pedirlo una semana antes, si no es imposible", cuenta. "Debería haber más y menos caros porque luego las pistas que hay por la calle son de cemento y no es lo mejor para las caídas", se queja. Aunque el problema es generalizado, ahora mismo dos distritos como Retiro (124.000 vecinos) y Centro (142.000) cuentan, entre los dos, con un único polideportivo municipal.

Otra misión casi imposible es conseguir una plaza en las escuelas deportivas municipales. Lo sabe bien María, que lleva a su hija a nadar al polideportivo de Chamartín. Para ello su madre tuvo que aguantar una cola nocturna. "Nos costó, pero conseguimos una plaza", cuenta esbozando una sonrisa. Dentro del polideportivo explican que es un fenómeno frecuente. "Los mayores problemas vienen con la natación", afirma la empleada, "en septiembre se forman las colas por la noche, porque se quiere apuntar todo dios". A los amantes de otros deportes también les tocan horas de espera, porque hacer cola es la única forma de conseguir una plaza. "Yo vine a las seis de la mañana y ya había gente que había dormido aquí", relata su experiencia un jugador de pádel a las puertas del polideportivo de la Concepción. Un total de 90.262 personas participaron el año pasado en el programa de enseñanzas deportivas del Ayuntamiento.

El fútbol, la natación y el ciclismo son, según la última encuesta de hábitos deportivos del Consejo Superior de Deportes, los más practicados por los españoles. Desde las federaciones madrileñas de fútbol y fútbol sala coinciden con ese estudio. Entre ambas calculan que, cada fin de semana en Madrid, juegan al deporte rey unas 163.000 personas. En las calles de la ciudad hay 246 pistas para ello.

Las disciplinas con menos tirón se encuentran con menos facilidades. Algunas federaciones madrileñas, como la de gimnasia, judo o karate, denuncian que las instalaciones con las que cuentan no son adecuadas a sus necesidades. "En la capital la situación es penosa, sólo se acuerdan del fútbol. No hay instalaciones. En Leganés, en cambio, da gusto", afirma Neli Lorenzo, portavoz del judo madrileño. "Celebramos competiciones en Leganés, Pinto, Fuenlabrada. En Madrid tenemos o el Palacio de los Deportes... o el Palacio de los Deportes", comenta Magín Novillo, director técnico del karate madrileño.

A los aficionados a estos deportes más minoritarios les toca acudir a algún club privado. Un ejemplo claro es la esgrima, en el que un madrileño ganó la primera medalla olímpica para España el pasado agosto en Pekín. "Al ser un deporte minoritario nos dejan totalmente aparte", explica Rafael López, director del Club de esgrima de Madrid. "Ya no es sólo que no haya instalaciones públicas, sino el poco reconocimiento al trabajo de base que hacemos los clubes". Otra alternativa para practicar estos deportes pasa por irse más lejos de casa. Le pasa a los hijos de María González, una vecina de Hortaleza. "Aquí hay muy pocas plazas y también pocos deportes". Su hijo de nueve años ha dejado de practicar karate desde que su profesor se marchó y no lo repusieron. Su hija, de 14, tiene que desplazarse a otro distrito para las clases de gimnasia rítmica. "Encima no hay listas de espera para cuando te quedas sin plaza", se queja, "hay que estar llamando periódicamente".

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