El Gobierno culmina el arranque del cambio

El Gobierno del cambio ya está en su puesto. Los diez consejeros del Ejecutivo de Patxi López prometieron o juraron ayer sus cargos en una sobria ceremonia celebrada en Ajuria Enea ante el lehendakari y la presidenta del Parlamento, Arantza Quiroga, quien encabezaba la Mesa de la Cámara. Aunque el protocolo observado ayer -Rodolfo Ares a la derecha del lehendakari e Isabel Celaá a su izquierda- y el peso previo de algunos de sus integrantes en el PSE parecen ofrecer pistas sobre una cierta jerarquía entre los consejeros, lo cierto es que, formalmente y de acuerdo con el decreto de estructura del Gobierno ayer publicado en el Boletín Oficial del País Vasco, se trata de un Ejecutivo de iguales.

López ha querido prescindir de filtros entre los consejeros y su persona

Cuatro consejeros usaron el euskera, cinco el castellano y Arriola, ambos

La decisión de López de prescindir de un vicelehendakari, sobre todo después de haberse planteado la posibilidad de que hubiese dos, uno económico y otro político, un hombre y una mujer, rompe con un uso habitual hasta ahora. La resolución no resulta baladí, sino que ha sido tomada a plena conciencia, después de manejar otras, "porque es lo que ha considerado mejor", según fuentes cercanas al jefe del Ejecutivo autónomo. Con ello, el lehendakari resalta su liderazgo personal y único sobre el conjunto del equipo. Con la supresión de esa figura, López envía el mensaje de que es él quien controla y dirige políticamente la acción del Gobierno al completo, sin filtros entre cada uno de los consejeros y su propia persona.

El lehendakari ha conformado un equipo a su imagen y semejanza, en el que están todas las personas con las que lleva dos años manteniendo un hilo directo en el PSE, en el caso de Ares en un tándem que les ha resultado muy fructífero, además de los independientes que ha querido incorporar, y de la imprescindible atención a los equilibrios territoriales.

El propio lehendakar fue leyendo los respectivos decretos de nombramiento y recibiendo la jura o promesa de los consejeros, que formalizaron sobre el mismo ejemplar del Estatuto de Autonomía que López utilizó el jueves en Gernika, colocado en una mesa junto a una ikurriña.

Cuatro de los consejeros utilizaron el euskera -Isabel Celaá (Educación, Universidades e Investigación); Idoia Mendia (Justicia y Administración Pública, además de portavoz y secretaria del Gobierno); Gemma Zabaleta (Empleo y Asuntos Sociales) y Blanca Urgell (Cultura). Uno de ellos, Iñaki Arriola (Vivienda, Obras Públicas y Transportes) leyó la fórmula en ambas lenguas, mientras que los otros cinco -Rodolfo Ares (Interior), Carlos Aguirre (Economía y Hacienda), Bernabé Unda (Industria e Innovación), Rafael Bengoa (Sanidad y Consumo) y Pilar Unzalu (Medio Ambiente, Planificación Territorial, Agricultura y Pesca), optaron por el castellano. La mayoría (siete) eligieron prometer, mientras que dos (Bengoa y Unda) prefirieron jurar y Zabaleta hizo ambas cosas, sin percatarse de que la fórmula escrita que les servía de guía daba a elegir entre ambas posibilidades.

Todos se comprometieron a cumplir por su "conciencia y honor" las obligaciones del cargo "con lealtad a la Constitución, al Estatuto de Autonomía de Gernika y las demás leyes vigentes, al servicio de la ciudadanía vasca". Los consejeros de los gobiernos nacionalistas anteriores se referían genéricamente en la misma tesitura a la ley y usaban la expresión "al servicio de Euskadi" en lugar de a "la ciudadanía vasca". Una vez que todos cumplieron la formalidad, López los fue saludando uno por uno. Sus únicas palabras fuera de la lectura de los decretos fueron para "agradecer de antemano la disposición y el compromiso con Euskadi" de todos ellos al aceptar su nombramiento.

A diferencia de ocasiones anteriores, no hubo ayer declaraciones de intenciones o prioridades de los consejeros, que, tras posar para la fotografía oficial en las escalinatas del palacio se mezclaron con un centenar de familiares, allegados y dirigentes socialistas para un aperitivo preparado en los jardines. Como el pasado jueves en Gernika, el momento histórico que vivían les llevó a sobrepasar pronto el protocolo. Los invitados disparaban sus cámaras de fotos y consejeros y allegados se mezclaban en grupos en las escaleras para inmortalizar el momento. "Aita, qué bien lo has hecho", le dijo su hija al titular de Economía, Carlos Aguirre. "Todos los de Eibar, a la foto", reclamaron a Iñaki Arriola los invitados de su localidad natal.

El Consejo de Gobierno celebra el próximo martes su primera reunión, de cuyos acuerdos dará cuenta el propio lehendakari.