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El futuro de Cuba

Europa no quiere quedarse atrás en una eventual transición cubana

El comisario de Cooperación visita la isla por tercera vez en 12 meses

La Comisión Europea no quiere que se le escape el tren de Cuba ante los últimos movimientos dentro y fuera de la isla. Han pasado sólo unos días de la destitución fulminante del canciller Felipe Pérez Roque y del vicepresidente Carlos Lage, dos de las caras de mayor proyección exterior del régimen, y otra vez está en La Habana el comisario europeo de Desarrollo, Louis Michel.

La visita, tercera en 12 meses, estaba coordinada mucho antes de los sonados ceses. Pero no es casualidad que se produzca sólo unas semanas después de la presentación en Washington del informe de un senador republicano que aboga abiertamente por el fin de la política de sanciones, y cuando Barack Obama está a punto de levantar las restricciones impuestas por George Bush a los viajes y envíos de remesas de los cubanoamericanos.

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Con este mar de fondo, y el interés recíproco de Washington, Bruselas y La Habana por llevarse bien, interesaba a Michel especialmente comprobar si continuará la política cubana de avanzar en el diálogo con la UE. Él y Pérez Roque habían sido pilares en este esfuerzo en los últimos años.

Tanto el comisario como Bruno Rodríguez, el nuevo canciller cubano, fueron tajantes en decir que aunque las personas cambien, la actual política de acercamiento continúa y son más los factores de unión que "las discrepancias". No obstante, los funcionarios europeos no ocultan su frustración por la salida de Pérez Roque.

Hace dos semanas fue el ex ministro socialista francés Jack Lang quien viajó a Cuba como emisario especial del presidente Nicolas Sarkozy para reactivar el diálogo con las autoridades de la isla. Lang se entrevistó con Raúl Castro, abogó por que se produzca una distensión con EE UU y se declaró a favor de la eliminación del embargo sin condiciones ni plazos muy largos, entre otras razones, para que no sirva de excusa a los inmovilistas del régimen. Michel, como antes el ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, y Sarkozy, a través de Lang, defienden una línea que puede resumirse en diálogo, diálogo y más diálogo.

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Aunque el comisario europeo no tiene previsto entrevistarse con los disidentes, la cuestión del respeto a los derechos humanos parece interesar mucho a la nueva Administración estadounidense. Gente cercana a quienes prepararan las iniciativas que podría tomar unilateralmente el presidente de EE UU, coinciden en que Obama es partidario de que cuanto más distendido sea el ambiente, mejor: que viajen académicos, estudiantes, artistas, y que se cree una nueva sintonía entre Cuba y Estados Unidos.

El factor EE UU es una variable que pesa demasiado, tanto dentro como fuera de Cuba. El viaje de Michel a La Habana, en cierto sentido, no puede producirse en mejor momento. El comisario llega acompañado por 25 funcionarios, y tomará parte en un seminario sobre cooperación entre la Comisión Europea y Cuba. La UE ha ofrecido a Cuba fondos de ayuda por un importe de 41 millones de euros hasta 2011, tras el paso en 2008 de tres huracanes que dejaron daños calculados oficialmente en 10.000 millones de dólares (7.600 millones de euros). Hasta ahora, ha presupuestado cuatro millones de euros, de los que ha entregado 1,5 millones.

La cooperación entre la UE y Cuba fue restablecida el año pasado, tras su interrupción en 2003 por el entonces presidente, Fidel Castro, en respuesta a las sanciones adoptadas por los europeos para protestar contra la detención de 75 disidentes cubanos.

Michel se reunió ayer con el canciller Rodríguez, quien entre 1993 y 2004 fue embajador de Cuba ante la ONU, y desde 2004 desempeñó el puesto de viceministro primero de la Cancillería. Otro de sus interlocutores, Rodrigo Malmierca, actual ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, ejerció entre 2003 y 2005 como embajador de Cuba ante la UE. Michel también sostendrá entrevistas con los vicepresidentes del Consejo de Ministros: Ricardo Cabrisas, un incombustible del régimen, y el general Ulises Rosales del Toro, ministro de Agricultura, área sensible en Cuba.

"Hemos constatado avances en el proceso de recuperación y una perspectiva favorable", dijo Bruno Rodríguez, al referirse al futuro de las relaciones. "Durante este año hemos conseguido un diálogo político integral con Cuba", afirmó Michel, quien anunció un nuevo paquete de ayuda de 7,5 millones de euros para paliar los efectos de los huracanes sobre la economía cubana. Para el canciller cubano, sin embargo, el diálogo integral excluye, por ejemplo, el tema de las prisiones: "El sistema penitenciario no lo tratamos con la UE".

A la salida del encuentro, un diplomático europeo que ha participado en casi todas las reuniones con Cuba, resumía así sus impresiones: "Ni bien, ni mal... Como siempre, maniobras orquestales en la oscuridad".

El ministro de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez (izquierda), y el comisario de Cooperación de la UE, Louis Michel, ayer en La Habana.
El ministro de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez (izquierda), y el comisario de Cooperación de la UE, Louis Michel, ayer en La Habana.EFE

Fondos de la UE

- La Comisión Europea anunció ayer un nuevo paquete de ayuda humanitaria a Cuba por valor de 7,5 millones de euros, que se destinará a apoyar la producción agrícola destruida por los huracanes en seis de las provincias más afectadas.

- La donación anunciada ayer se suma a los cuatro millones comprometidos desde octubre de 2008 (de los cuales se han desembolsado 1,5 millones).

- La ayuda europea a Cuba empezó en 1993 y cesó entre 2003 y 2008, por la propia renuncia de Cuba, cuando Bruselas estableció sanciones contra el régimen de la isla por la situación de los derechos humanos.

- Entre 1993 y 2003, la Unión Europea donó a Cuba 145 millones de euros, de los cuales 90 millones se canalizaron como ayuda humanitaria a través de la Agencia Humanitaria de la UE (ECHO) para la reparación de los daños causados por los desastres naturales que azotan la isla.

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