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Mas receta pragmatismo para paliar la crisis y evita el debate soberanista

El líder de CiU mantiene que ahora "la prioridad es garantizar puestos de trabajo"

Sumar esfuerzos y apretar los dientes. Ésta fue la receta básica que brindó ayer el presidente de Convergència i Unió (CiU) para combatir la crisis. Artur Mas tenía previsto el discurso de ayer hace meses, pero las comparaciones con el reciente planteamiento del presidente de la Generalitat son ineludibles. Mas coincide en el diagnóstico con José Montilla. Y también en parte de las soluciones. El líder nacionalista presentó un "plan de acción" económico, con medidas a corto plazo y reformas estructurales, muchas ya conocidas dentro del paquete de medidas que CiU explicó en el Parlament o del programa electoral de las últimas elecciones catalanas. Lo más importante ahora para Mas es "garantizar la viabilidad del máximo número de empresas y salvar el máximo número de puestos de trabajo". Lejos quedaron ayer las proclamas liberales o soberanistas de las anteriores grandes conferencias, siempre de tono presidencial.

El líder nacionalista lanzó algunos reproches al Gobierno catalán como la limitación variable de velocidad y el aumento del empleo público, y al presidente Montilla le instó a ejercer el lideto con mayor énfasis. Más allá de apelar al "espíritu del 12 de septiembre de 1714", sus propuestas no fueron esencialistas y buscaron un tono pragmático.

Como novedades destacó la promesa de que Mas se reduciría el sueldo al menos el 10% si logra ser presidente de la Generalitat y Cataluña está inmersa todavía en la crisis actual, medida que aplicaría también a su Gobierno y a los altos cargos. También destacó la obligación de que los parados sigan cursos de formación.

La idea de fondo que lanzó Mas es que "es el momento de sumar" y de "hacer lo necesario, no lo agradable". En concreto, el dirigente convergente propuso "garantizar la liquidez de empresas y familias" y reducir la morosidad obligando a las administraciones a pagar como máximo a 30 días y fijando en 60 días el plazo de pago en operaciones comerciales entre particulares.

En favor de la liquidez, Mas también propuso "avales públicos" para entidades financieras que presten dinero a la actividad productiva cubriendo como máximo la mitad del capital prestado. Sobre la crisis del sector inmobiliario, Mas sugirió que la Generalitat impulse una oferta de compra de viviendas, destinadas al alquiler con opción de compra, y ponga en marcha un programa de copropiedad.

Mas planteó la reforma del mercado laboral y una apuesta por que los nuevos contratos indefinidos incluyan una indemnización fija para despidos equivalente a un mes por año trabajado, ampliable a un máximo de un mes y medio. El líder de CiU también propuso un pacto por la moderación de retribuciones en los casos de empresas o instituciones que reciben la ayuda de los poderes públicos o prestan servicios con precios regulados.

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