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Reportaje:RUTAS URBANAS

Y el Oscar es... para Alcobendas

La ciudad de 'Pe', entre las raíces populares y la sofisticación de sus urbanizaciones de lujo

Pablo León

Crecí en un lugar llamado Alcobendas". Una frase, pronunciada al recoger el Oscar, ha sido suficiente para que la ciudad natal de Penélope Cruz (110.000 habitantes) se incorpore a la alfombra roja. Pero hay otra, pronunciada por el alcalde, Ignacio García de Vinuesa (del PP, y primer edil desde 2007, después de 24 años de gestión socialista), que da idea del poderío de Alcobendas y sus cinco polígonos: "Somos la segunda ciudad española en inversión extranjera, por delante de Barcelona". En sus más de ocho siglos de antigüedad (hay referencias al señorío de Alcobendas en 1208), este enclave en la periferia de Madrid nunca había provocado tanto interés como con el premio de Pe. Ni sus museos, ni sus edificios emblemáticos, ni siquiera la pelea verbal entre la posh Victoria Beckham y la televisiva Ana Obregón en un gimnasio del municipio, Zagros (avenida Olímpica, 16; 91 662 40 12; www.zagrossports.com) fueron suficientes. Pero ahora es diferente. El pueblo donde nació, creció y estudió la primera actriz española que gana un Oscar ha madurado, se ha acomodado, prefiere el coche (casi imprescindible para visitarla) y ofrece mucho más que una ciudad dormitorio a 17 kilómetros de la capital, llena de centros comerciales y chalés con piscina.

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La ciudad ya tiene leyenda. Corta, pero suficiente como para atraer a curiosos y mitómanos. En el número 3 de la calle del Concilio estaba la peluquería de la madre de la chica Almodóvar, a tan sólo unos metros de la casa de su abuela. Es una zona de ensanche que creció alrededor del casco antiguo y que forma un entramado de calles similares unas a otras, repletas de tiendas y comercios de toda la vida; uno de ellos, la ferretería del tío de los Cruz (calle de Marqués de Valdavia, 47).

El barrio de los Cruz

Entre la masa urbanizada aparecen numerosas islas de vegetación. El parque de Cataluña recuerda a Barcelona, y sus bancos, en un intento por emular a Gaudí, se inspiran en los diseños del parque Güell. Un guiño cultural que se transforma en costumbre a medida que se descubre la ciudad. Esculturas que representan El corazón de los árboles, de Jaume Plensa, en el parque sur Fuentelucha, o el cubo existencialista Nopuedocontestaraesapreguntaesunacuestióndeconciencia, de Liam Gillick, en la plaza Mayor, son algunas de las 10 representaciones de la muestra permanente Arte en la ciudad.

En el paseo de la Chopera, 59, el Centro Cultural Pablo Iglesias destaca por su delicada arquitectura. Proyectado por los arquitectos Ramón Valls y Silvia Babsky, este espacio público de estructura acristalada consiguió en 2001 el premio internacional de la institución estadounidense School Design Share. A sólo unos metros, la marisquería López Ferrero (paseo de la Chopera, 59; 91 661 21 10) es un lugar ideal para un aperitivo acompañado de gambas o mejillones.

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Desde su fundación en el año 2002, Cosmocaixa Madrid (Pintor Velázquez, s/n; 91 484 52 00; www.obrasocial.lacaixa.es. De martes a domingo, de 10.00 a 20.00. Entrada, 3 euros) se ha transformado en un referente para la divulgación científica. La estructura de este Museo de la Ciencia, dividido en tres plantas conectadas por rampas circulares, alberga salas donde priman la experimentación y la relación sensitiva con la ciencia.

La ciencia, a mano

Sitiado por dos esculturas, la (amada por unos y repudiada por otros) Menina de Manolo Valdés y el Man moving de Stephan Balkenhol, se encuentra el bulevar de Salvador Allende. Recorrerlo es necesario para llegar desde Cosmocaixa hasta el Arroyo de la Vega. Aquí animan el paseo exposiciones callejeras como la colección de fotos Nómadas, de la fotógrafa Isabel Muñoz. Paralelo al bulevar, una flecha verde forma el Jardín de la Vega. Entre el invernadero y el aula de naturaleza aparece el jardín japonés, uno de los parajes más delicados de Alcobendas, minimalista y respetuoso con la tradición jardinera oriental y con pagoda incluida ( réplica de la Campana de la Paz expuesta en la sede de la ONU en Nueva York).

Detrás de un leve montículo y con una fuente en su lateral aparece el Museo del Bonsái (avenida Olímpica, s/n; 91 765 20 41. Fines de semana, de 11.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00). La mayoría de los ejemplares que se exhiben son de la colección de Luis Vallejo, experto en paisajismo nipón y cuidador de los bonsáis del ex presidente del gobierno Felipe González. Entre los cien ejemplares que se muestran (hay cerca de 300 en depósito) aparecen algunas rarezas como el olmo japonés que le regaló Gabriel García Márquez a González. La esencia asiática se ve reforzada al otear el jardín desde la terraza del Silk (avenida de la Ermita, s/n; 91 662 03 15; ww.silkandsoya.es. Desde 35 euros). Comida asiática de fusión y un sofisticado lounge donde tomar una copa recostados en uno de los sofás dobles

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La milla de oro empresarial es uno de los apelativos de la faceta productiva de Alcobendas, consolidada con sus cinco polígonos industriales y la buena comunicación con el aeropuerto y la capital (hay cuatros estaciones de Metro y dos de Cercanías). La proximidad con Madrid también ha atraído a su entorno a actores, futbolistas, políticos o flamencas, que se refugian en el lujoso y opulento barrio de La Moraleja. En esta frontera emerge el Ecobox, sede de la internacional Fundación Metrópoli (avenida de Bruselas, 28; www.fundacion-metropoli.org). El edificio, proyectado por Alfonso Vegara y Ángel de Diego, es una caja ecológica bioclimática que se dedica a la investigación y al desarrollo de ciudades y territorios con la sostenibilidad como estandarte, y presenta exposiciones como los importantes fondos de fotografía del Ayuntamiento. El contraste es evidente cuando, a escasos metros de este icono ambiental, aparece el centro de ocio Heron Diversia (avenida de Bruselas, 21; www.herondiversia.com). Con sus variados restaurantes, sus 12 salas de cine y la bolera en la que combinar strikes con copas hasta las tres de la madrugada, el lugar es un hervidero de coches el fin de semana. Los centros comerciales son otra marca local apta para todos los gustos. Desde los outlets variados, como el Parque Comercial Río Norte (carretera de Fuencarral a Alcobendas) hasta el Moraleja Green (avenida de Europa, 10; N-1, salida 12), con sus tiendas y restaurantes donde comer o cenar en las noches de verano con vistas al campo de golf. Y muy cerca, un clásico: el centro de jardinería Los Peñotes.

La milla de oro

La ciudad, como su hija predilecta, ha pisado, con el paso de los años, la alfombra roja.

Recomienda a otros viajeros dónde comer o dormir en esta zona de Madrid

<b><i>El corazón de los árboles,</b></i> una instalación de Jaume Plensa en el Parque Sur Fuentelucha, Alcobendas. 

El Museo de los Bonsáis de Alcobendas.
El corazón de los árboles, una instalación de Jaume Plensa en el Parque Sur Fuentelucha, Alcobendas. El Museo de los Bonsáis de Alcobendas.SANTI BURGOS

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Sobre la firma

Pablo León
Periodista de EL PAÍS desde 2009. Actualmente en Internacional. Durante seis años fue redactor de Madrid, cubriendo política municipal. Antes estuvo en secciones como Reportajes, El País Semanal, El Viajero o Tentaciones. Es licenciado en Ciencias Ambientales y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Vive en Madrid y es experto en movilidad sostenible.

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