"Aquí seguimos, con la cabeza bien alta y en vanguardia"
Patxi López fue cuidadoso al exponer su programa contra el terrorismo al eludir las aristas más cortantes -la ausencia del lehendakari el día del asesinato de Fernando Buesa y la manifestación en su apoyo en que se tornó la protesta contra ETA- y cerrarlo en un mensaje de esperanza: "El proyecto totalitario de ETA es un pasado siniestro que entre todos vamos a erradicar definitivamente", mientras que "la causa de las libertades es el presente y el futuro del país". "Defendemos una paz sin ventajismos ni adulteraciones", destacó, antes de citar un discurso de Buesa, ocho meses antes de morir. Reivindicaba "una paz que exige renuncia a la violencia como instrumento para lograr objetivos políticos; justicia para las víctimas inocentes de tanta barbarie; reconciliación y oportunidades de reinserción para quienes causaron víctimas y daños; fundada en la libertad de defender cualquier pretensión política por procedimientos democráticos. Paz con generosidad, pero sin precio político".
"Es lo mismo que seguimos defendiendo hoy" , sostuvo, pero "sin perder la memoria, porque sería privar al país de la referencia ética y política que garantiza un futuro de convivencia" y haciendo que "la memoria, dignidad y justicia para las víctimas impregne la nueva etapa". "A nueve años de aquel atentado", añadió, "los socialistas seguimos aquí: ni nos han movido ni nos van a mover". Su mensaje a quienes apoyan a ETA: "Serán ellos los que se tengan que mover, rompiendo con la violencia, si quieren participar de la vida política". "No hay otra posibilidad", les advirtió.