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Reportaje:

Bastante más que un teatro

La remodelación del bilbaíno Campos, que comenzó en 2004, entra en su recta final - Además de acoger espectáculos, quiere ser vivero de creadores

Está costando -lleva cuatro años y medio en obras, cuando la idea inicial es que durasen sólo dos-, pero merece la pena. La remodelación del Teatro Campos, en el centro de Bilbao, le convertirá en una instalación multiusos: junto a la actividad propiamente teatral, en un futuro acogerá espectáculos musicales, nuevas tecnologías, será un vivero de nuevos creadores, albergará la sede de la Sociedad General de Autores de España (SGAE) para la zona norte e incluso servirá de lugar de encuentro para los bilbaínos.

Todavía repleto de andamios, techos inundados de cables y paredes con el ladrillo a la vista, sí se puede apreciar lo que será en unos meses el renovado Campos. Por ejemplo, el escenario principal, la bombonera, con butacas escamoteables que pueden dejar diáfana toda la superficie: la de los actores y el público. Y también se puede disfrutar ya de las espectaculares barandillas (talladas con siluetas humanas, animales y vegetales) de los palcos del anfiteatro. El Ayuntamiento y la SGAE, que gestionará la instalación, presentaron ayer la marcha de las obras, que, si no hay contratiempos, acabarán a finales de año. La inauguración se calcula para principios de 2010.

El trabajo ha sido minucioso, al ser un edificio catalogado como monumento por el Gobierno vasco. Se ha aprovechado para incrementar su superficie (de 5.000 a 7.300 metros cuadrados) y aumentar las plantas a siete (dos más, además de una nueva bajo el nivel de la calle). "Ha sido laborioso. Había zonas muy deterioradas", señalaban ayer los técnicos de la constructora Olabarri y la fundación Labein. En algunos lugares ha habido que dar hasta 15 manos de pintura.

El aforo se sitúa en 800 personas, ampliable a 1.500 con los asientos plegados. "En seis minutos pueden desaparecer todas las butacas", destacó Eduardo Bautista, presidente de la SGAE. En la planta superior se ubicarán las aulas de formación, de grabación musical (cualquier autor podrá grabar sus temas) y una sala polivalente para cine-club o conciertos. A todo ello se sumará una zona de encuentro ciudadano, de acceso abierto, con cafetería y restaurante.

"Queremos que sea un espacio comprometido con la diversidad cultural", explicó Bautista, quien aseguró que servirá para promocionar a los creadores -"que puedan presentar aquí sus propuestas y dar luego el salto"-, pero también para comprometer a la ciudadanía con la cultura. El alcalde, Iñaki Azkuna, prevé que será un éxito, aunque recalcó que todo el proyecto ha resultado "complicadísimo".

Más de un siglo

- El Teatro Campos se acabó de construir en 1902 siguiendo el proyecto del arquitecto Alfredo Acebal. Su llamativa fachada, de estilo art nouveau, fue obra del decorador francés J. B. Darroguy.

- El edificio, propiedad municipal, se cerró a principios de los noventa. El Ayuntamiento tuvo que acometer una intervención de urgencia en la fachada en 1997, que costó 1,2 millones, para frenar su deterioro.

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