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Interior traslada 30 antidisturbios a Jaén por la subida de la delincuencia

El 50% de los delitos están causados por extranjeros sin trabajo en el olivar

Ginés Donaire

La crisis económica y la falta de empleo está provocando un aumento de la delincuencia en Jaén, principalmente entre los bautizados como delitos de subsistencia. Tanto es así que el Ministerio del Interior ha desplazado durante un mes a la capital jiennense a una treintena de efectivos de la Unidad de Intervención Policial (conocidos popularmente como antidisturbios) para intentar frenar una escalada que ha situado a Jaén como la provincia andaluza donde más creció la criminalidad en el último año, con un 30%.

El jefe superior de Policía en Andalucía Oriental, Pedro Luis Mérida, vinculó recientemente el incremento de la delincuencia con la "situación límite" de los inmigrantes en Jaén. Una tesis que avala el comisario del Cuerpo Nacional de Policía en Jaén, Daniel Salgado, que considera que al menos el 50% de los delitos están causados por extranjeros afincados temporalmente en Jaén. "Los temporeros que llegaban buscando un trabajo en la campaña de la aceituna no se han ido de Jaén pese a no tener empleo, y se han quedado en la capital, unos en los albergues públicos y otros durmiendo en la calle, y parte de esa gente se dedica a delinquir porque no tienen para comer", subraya Salgado. De hecho, los pequeños hurtos son los que más han engordado las estadísticas de la delincuencia en Jaén en los últimos meses. Desde que aterrizaron en Jaén el pasado lunes, los antidisturbios ya han tramitado la orden de expulsión para más de una veintena de africanos sin papeles.

La plantilla de la comisaría es de 180, cuando debería tener 210
En cuatro días, la policía ha tramitado 20 órdenes de expulsión

Más de 7.000 inmigrantes han estado en el último mes deambulando por la provincia de Jaén en busca de un trabajo en la aceituna que este año se les ha resistido porque más de 15.000 parados andaluces, procedentes en su mayoría del sector de la construcción, han ocupado el sitio que otros años pertenecía a las cuadrillas de africanos y de los países del Este. "Abandonan el campo y se van a las grandes ciudades", apunta el comisario, que anticipa un despliegue similar en las próximas semanas en Linares. Ambas ciudades tienen tasas de criminalidad por encima de la media, en contraste con Úbeda y Andújar, donde las estadísticas apuntan a índices negativos.

Pero el trabajo de estos agentes no se limita sólo a la lucha contra la inmigración ilegal. También están actuando contra el tráfico de drogas, con redadas por sorpresa en las barriadas más conflictivas del sur de la capital. De alguna manera, Interior quiere aliviar, aunque sea temporalmente, el déficit de policías de la comisaría de Jaén, donde hay 180 funcionarios sobre una plantilla que debería ser de 210. La Subdelegación del Gobierno en Jaén relativiza las estadísticas del incremento de la delincuencia.

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