Los populares advierten de que cada voto a los socialistas es un regalo al PNV
La batalla por el cambio en las elecciones del 1 de marzo está servida entre socialistas y populares. El secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzabal, advirtió de que votar a los socialistas no es sinónimo de cambio, porque "seguramente" serán votos que después irán a parar al PNV por medio de una posible alianza entre los dos partidos para el nuevo Gobierno.
Oyarzabal reprochó al PSE que vea a los populares como un "impedimento" para que se produzca el cambio, cuando "siempre que han tenido oportunidad los socialistas de cambiar las cosas nunca se han atrevido". Y recordó varios ejemplos de ello. Como cuando el secretario general del PSE en Álava, Txarli Prieto, "regaló" la Diputación de esta provincia al PNV tras las últimas elecciones municipales en las que los peneuvistas quedaron los terceros y el PP resultó la fuerza más votada seguida de los socialistas. También apuntó lo ocurrido en la localidad vizcaína de Getxo, donde los socialistas "no se han atrevido a cambiar las cosas cuando había mayoría suficiente para hacerlo" y siguen gobernando los nacionalistas.
"Siempre se pliegan al PNV, nunca se atreven a cambiar nada. Lo que buscan no es una alternativa para cambiar las políticas, sino un cambio de cromos, un cambio de sillones", insistió Oyarzabal.
Única alternativa
Frente a esta política de los socialistas, el dirigente de los populares vascos resaltó que la única alternativa real para que se produzca un cambio en la comunidad autónoma pasa por respaldar a su partido en las urnas. "Nadie se puede fiar ya" de la formación que dirige Patxi López, que siempre tiene "una disculpa, un pretexto para entregarle al final el voto al PNV y no cambiar nada".
Según Oyarzabal, el PSE mantiene un "permanente engaño" en los últimos años porque lo que dice en las semanas anteriores a las elecciones "nunca" se corresponde con lo que hace después, al día siguiente, cuando ya se conocen los resultados y se abren las posibilidades de las alianzas entre las formaciones políticas.
En las elecciones se encuentran en juego "las libertades y los derechos", así como las medidas eficaces contra la crisis, por lo que "no es posible fiarse" de un partido que dice unas cosas antes de las elecciones y "hace lo contrario" después.
