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Columna
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La Caixa única

La Fundación La Caixa ha solicitado a la Consejería de Cultura la concesión de las Reales Atarazanas de Sevilla para instalar en él un CaixaForum, un equipamiento destinado a difusión cultural, con el que ya cuentan ciudades como Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca. También Unicaja rehabilitó el Mercado Central de Málaga para convertirlo en un Centro de Arte Contemporáneo, pero tras los desencuentros con el Ayuntamiento desistió en su intento de convertirlo en su gran referente cultural. Y, de momento, su obra cultural está lejos de alcanzar el prestigio de su obra deportiva, el Unicaja de baloncesto o el de voleibol de Almería.

La solicitud de concesión, que tendrá un límite temporal de 75 años, plantea una inversión mínima de 20 millones de euros en la adecuación del histórico edificio sevillano, y permitirá actividades culturales diversas con presupuestos anuales superiores a los cuatro millones de euros. Cajasol también tiene un equipo de baloncesto y CajaGranada es el principal patrocinador del equipo de Granada. Aunque sus gestas deportivas no alcanzan las de Unicaja, también tienen más proyección nacional que su obra social o cultural.

La consejera de Cultura, Rosa Torres, ha mostrado su satisfacción por esta iniciativa y ha resaltado el reconocimiento internacional del que gozan los CaixaForum y su contribución a que esas ciudades donde se instalan formen parte de los circuitos culturales de mayor dinamismo y prestigio mundial. Tanto en Málaga como en Sevilla, dos de los acontecimientos culturales más apreciados por los ciudadanos el año pasado fueron posibles por la iniciativa de dos entidades de ahorro. Una muestra de cuadros de Sorolla, patrocinada por Bancaja y una exposición de Rodin, que incluía El Pensador, que trajo La Caixa.

Un bloque naranja que se asoma al Paseo del Prado y que parece levitar a un par de metros del suelo es el nuevo CaixaForum Madrid, inaugurado en febrero de 2008 en el corazón museístico que forman el Museo del Prado, el Reina Sofía y el Thyssen. Este centro recibió 190.000 personas en su primer mes de apertura al público. La mayoría de las entidades de ahorro andaluzas dedican una importante cantidad de dinero a su obra social, pero ésta se diluye por su escasa ambición por traspasar las fronteras locales o regionales.

El Ayuntamiento de Sevilla ha aplaudido el proyecto de La Caixa, entendiendo que desembarca en la ciudad como un "buque cultural". Mientras tanto, hasta hace poco no había escuchado ni un solo argumento de peso en contra de la caja única. El otro día leí el primero. El secretario general del PP en Andalucía, Antonio Sanz: "Está descartado apoyar este tipo de operaciones que sólo obedecen a ambiciones personales de Chaves, que pretende presidir la caja única y afianzar al PSOE en el poder". Éstos son los términos del debate en Andalucía.

La fusión de las cajas es una cuestión de modelos. De un lado, los que abogan por un instrumento básico para la cohesión de Andalucía. De otro, los que mantienen un proyecto localista, que, en plena era de la globalización, no mira más allá de los límites de su provincia. Y, de momento, los segundos van ganando los tres primeros cuartos del partido. Por eso, el PSOE y el PP en Granada dice que cualquier proceso debe ser liderado por CajaGranada, en Málaga por Unicaja y en Sevilla por Cajasol. Posiblemente, a la proyección cultural de La Caixa en Andalucía -y no lo digo sólo por el Fórum- se sume cualquier día su potencial económico. Y en vez de un proceso de fusión se acabe en uno de absorción. El de la Caixa única de Cataluña en Andalucía. Eso sí, quizás no haya problemas de localismos si la entidad resultante mantiene entre su obra social la de tener un equipo deportivo. Y aviso: tras el debate de la sede de la caja única, llegará el de las canchas únicas.

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