La vía americana del presidente

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, regresó el pasado jueves de su sexto viaje, en menos de año y medio, a Estados Unidos, el país que ha concentrado la mitad de todos sus desplazamientos al extranjero. Un destino que ya en la primera legislatura se convirtió en el preferido de Camps. Si entre 2003 y 2007, el jefe del Consell viajó a Miami (hasta tres veces), Nueva York, Detroit, Chicago y Boston, esta vez ha ampliado los destinos americanos con Dallas (Tejas), Santa Fe (Nuevo México) y Filadelfia (Pensilvania).

El propio Camps ha justificado la decisión de dar prioridad a los contactos comerciales con Estados Unidos sobre otros mercados emergentes de Asia, América y Europa, por las condiciones de estabilidad del mercado estadounidense y las facilidades que ofrece para desarrollar inversiones empresariales. Sin embargo, el entusiasmo del jefe del Consell, que considera los contactos de alto nivel una excelente llave para abrir la puerta de los negocios, no se corresponde con el volumen de los intercambios comerciales entre la Comunidad Valenciana y Estados Unidos.

Las exportaciones no logran remontar y el flujo turístico e inversor es reducido

De hecho, el volumen de exportaciones de la Comunidad Valenciana a los Estados Unidos es el menor de los registrados desde el año 2003. Además, el avance de datos sobre comercio exterior para el periodo enero-agosto de este año revela la pérdida de peso del mercado americano, que en el citado periodo representó sólo el 3% de las exportaciones valencianas. En 2007, este mercado, pese a su retroceso, representó el 4% de las exportaciones valencianas. En cambio, lo que sí ha registrado un aumento continuado han sido las importaciones de productos americanos, según datos del Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex).

En cualquier caso, este no es el único indicador. La promoción que ha realizado Camps de la Copa del América y el edificio de la Ópera, probablemente, han tenido un efecto beneficioso sobre el turismo. Valencia, la ciudad sede de la Copa del América, pasó de los cerca de 25.000 turistas americanos de los años 2003, 2004 y 2005 a los 33.000 de 2006 y los 41.000 del año pasado, en el que se realizaron las competiciones definitivas. Las previsiones, según Valencia Convention Bureau, serán similares este año.

Camps insiste en fomentar este segmento de mercado y en su penúltimo viaje a América anunció en Dallas su intención de lograr una conexión aérea entre esta ciudad y los aeropuertos valencianos. Un anuncio que se suma a la línea estival de Delta Airlines entre Valencia y Nueva York. De lo que no se informó es de que la apertura de espacios aéreos entre la Unión Europea y Estados Unidos ha despertado el interés de las compañías americanas por España y que America Airlines ya ha decidido ofrecer vuelos diarios entre Dallas y Madrid a partir del próximo mes de mayo.

Otro de los elementos de los intercambios comerciales son las inversiones. Pero en esta cuestión tampoco hay efectos inmediatos, aunque en un futuro -y siempre dependiendo de la paridad que haya entre el euro y el dólar- podrían producirse. Por ahora, los datos de la Agencia Valenciana de Atracción de Inversiones indican que las mayores apuestas empresariales procedentes del extranjero en la Comunidad Valenciana fueron de países europeos.

¿Y qué opinan los empresarios? Desde el anonimato se quejan, fundamentalmente, de la descoordinación entre las actuaciones del Ivex (el órgano de promoción exterior de la Generalitat) y las del Instituto de Comercio Exterior (Icex) dependiente del Gobierno. Y también muestran cierta extrañeza por la prioridad americana de Camps frente a otros mercados que han incrementado a buen ritmo las compras de productos valencianos (fundamentalmente Rusia y algunos países del Este).

Y, siempre en privado, algunos patronos también asumen la falta de un seguimiento adecuado de los contactos que logran las delegaciones comerciales lideradas por Camps, al margen de los errores de planificación o de la selección de destinos no siempre interesantes.

De todas las exportaciones españolas a Estados Unidos sólo el 8% proceden de la Comunidad Valenciana. Y se trata, fundamentalmente, de productos cerámicos, calzado, máquinas eléctricas y frutas (mandarinas).

En estas condiciones, son relativamente pocas las empresas que no solo exportan a Estados Unidos, sino que han logrado internacionalizarse, bien con la compra de empresas americanas o mexicanas -en este caso para aprovecharse de salarios inferiores y el acuerdo de libre comercio entre estos países-.

Empresas que mantienen su propia estrategia, como Gandia Blasco, que esta misma semana ha expuesto sus muebles en Miami en colaboración con el Museo Guggenheim y la revista Surface, o Lladró, que presentó sus nuevos diseños en Nueva York el mes pasado.

En cualquier caso, Camps ha decidido seguir apostando por los viajes a Estados Unidos. Unos viajes que, a diferencia de los que realizaba su antecesor, Eduardo Zaplana, suelen realizarse sin periodistas en el séquito y sin haber previsto con antelación el resultado final de la misión comercial. Presidencia, sin embargo, considera que la rentabilidad está plenamente justificada. Una rentabilidad en la que incluyen en el haber, por ejemplo, la relación de Camps con la matriz de Ford (se entrevistó en Detroit en 2006 con el jefe de Operaciones Internacionales) o la construcción de la Torre de la Música (que levantará en Valencia la SGAE y la Berklee College of Music de Boston).

Criterio que no comparte la oposición, que acusa a Camps de engordar su book personal (que ya cuenta con un buen número de fotos con jefes de Estado, gobernadores, artistas y líderes religiosos) en vez de ocuparse de las cuestiones domésticas.