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Ingresa en prisión provisional el marinero que mató a su capitán

El marinero italiano Andrea Della Rosa ingresó ayer en la cárcel provincial de Teixeiro (A Coruña) acusado de matar en alta mar al capitán del carguero Paxi-c, mientras navegaba a 22 millas frente a Fisterra, en la madrugada del pasado miércoles. Fue el titular del Juzgado de Instrucción número dos de Corcubión (A Coruña) el que decretó el auto de prisión tras oír la declaración del detenido, de 37 años. El agresor permanecerá en prisión hasta que se tramite su extradición a Italia, dado que el homicidio que se le imputa ocurrió en aguas internacionales a bordo de un barco con bandera del país transalpino.

La Fiscalía de Génova, que trabaja en coordinación con el juzgado de la Costa da Morte, emitirá una orden de detención para poder extraditar con la mayor celeridad posible a Della Rosa. El cadáver de su víctima, el también italiano Mario Castaldi, de 53 años, será repatriado a su país natal tras realizársele una autopsia en el hospital de A Coruña. Mientras, permanece fondeado frente al pequeño puerto de Fisterra el Paxi-C, con el resto de la tripulación, 15 hombres de cinco nacionalidades distintas, a la espera de que las autoridades judiciales le permitan retomar su ruta, bajo el mando de un capitán italiano que llegó ayer por la tarde.

"No fue un motín"

El carguero, procedente de Alejandría, se dirigía al puerto de Gijón, cuando la madrugada del miércoles, a unas 22 millas de la Costa da Morte, Della Rosa, segundo oficial de máquinas, asestó una puñalada mortal al capitán del barco, mientras éste descansaba en su camarote. El resto de la tripulación avisó al centro de Salvamento Marítimo de Fisterra y pidió permiso para fondear en el punto más cercano del litoral gallego. El maquinista, tras dar la muerte a su capitán, se autolesionó y se amotinó, encerrándose en el camarote de su víctima, para impedir su arresto. Fue necesario el despliegue de un amplio dispositivo policial, con 18 agentes del grupo de intervención rápida de la Guardia Civil, para detener al agresor y llevarlo a tierra. Dado que sus heridas -que él mismo se hizo con el cuchillo con el que mató al capitán- fueron superficiales, Della Rosa pasó la noche en el calabozo de la Guardia Civil tras recibir atención sanitaria en el hospital comarcal de Cee. Ayer por la mañana, tras declarar ante el juez, ingresó en prisión acusado de un delito de homicidio.

Los compañeros de Della Rosa en el barco, en sus declaraciones sobre el suceso, rechazaron que fuese un motín y dijeron desconocer las razones de la discusión que llevó al maquinista a matar al capitán.

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