Paisaje + retrato: dos 'van gogh' por el precio de uno
Sale a la luz en Holanda una pintura que estaba oculta bajo otro lienzo
Que el pintor Vincent van Gogh vivió con austeridad y murió en la pobreza es una verdad a estas alturas casi legendaria. Que aprovechaba sus telas cuando le faltaba dinero para comprar otras nuevas es a su vez un hecho comprobado por los expertos. Pero que las pinturas tapadas por otras composiciones pudieran recuperarse con su color original ha aportado una nueva dimensión a la obra del atormentado artista. Acaba de conseguirlo un equipo de científicos holandeses, belgas y alemanes al reconstruir, con ayuda de un acelerador de partículas, un retrato de campesina oculto bajo una composición titulada Parche de hierba y fechada en 1887.
El rostro recuperado pertenece a la serie de escenas rurales recogidas por Van Gogh hacia 1885, en su época holandesa en la ciudad de Nuenen. Eran los primeros tiempos, y también los más oscuros del pintor, cuando ejerció de predicador y acabó la famosa obra Los comedores de patatas, considerada hoy una denuncia de la pobreza del campo.
Con ayuda de un acelerador de partículas, se ha rescatado el color
La obra pertenece a una serie de escenas rurales pintadas hacia 1885
Oculto durante más de un siglo, lo más probable es que el rostro ahora recuperado fuera cubierto dos años y medio después. El pintor se había trasladado ya a Francia, donde se entregó al estallido de color del impresionismo imperante entre sus colegas galos. Porque si la campesina mira al espectador en marrón y negro, Parche de hierba es impetuoso. Ni siquiera pretende armar un paisaje en sus gruesos brochazos.
Frente a la explosión exterior, "habíamos obtenido al principio una imagen muy parcial y fragmentaria, sin color, del retrato tapado", ha declarado Joris Dik, especialista en materiales e historiador del arte de la Universidad Técnica de Delft (Holanda). Su equipo llevó entonces el cuadro a Hamburgo para examinarlo en un acelerador de partículas.
En un experimento presidido por las propiedades de los rayos X, un potente haz estimuló los átomos del lienzo hasta lograr que emitieran sus propios rayos X. Captados estos últimos por un detector fluorescente, los científicos se dedicaron a continuación a identificar la distribución de metales en las diferentes capas de pintura. Para obtener un modelo de la obra en tres dimensiones, escanearon durante dos días los 17x17 centímetros del pedazo del prado que tapaba el retrato. Luego pelaron las capas de pintura del rostro de la campesina, compuestas de zinc, bario y sulfuro, entre otras cosas. También fue preciso prescindir del plomo extendido para preparar la tela para su reutilización. Salvados todos los obstáculos, se combinó mercurio y antimonio para seguir el perfil de la mujer. Un programa informático sirvió para recomponer la imagen.
Para darle color, el equipo de Joris Dik fue fiel al original. Así, el mercurio era un componente del rojo bermellón. El antimonio aparecía en el amarillo de Nápoles y se mezclaba con el zinc para resaltar, en blanco, la piel. Parche de hierba pertenece a la colección del museo Kroller-Muller, en el centro de Holanda, que guarda la segunda colección más importante del pintor después del centro de su nombre, en Ámsterdam.
Encantados con el hallazgo, ayer afirmaban que el retrato recuperado pertenece a la serie de 50 estudios ejecutados entre 1884 y 1885 en su país. "Con trabajos de esta clase, que rescatan imágenes perdidas, puede seguirse mejor la evolución de la obra del artista", señalaron. Se da la circunstancia de que el pasado año, y también por estas fechas, apareció otro cuadro pintado por Van Gogh debajo del lienzo titulado Barranco. Lo encontró una conservadora del Museo de Bellas Artes de Boston y llenó de satisfacción a sus colegas del museo Van Gogh. La composición tapada era Vegetación salvaje y se creía perdida, pero en Holanda tenían un dibujo en blanco y negro que certificaba el boceto de la obra posterior. A partir de entonces, pudieron citar también el pintado al óleo en su documentación oficial.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.