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37º Congreso del PSOE

El PSOE abre la puerta a la eutanasia y la extensión de las sedaciones paliativas

Zapatero promueve por sorpresa en el cónclave el derecho a una muerte digna

Anabel Díez

Lejos de todo pronóstico, los socialistas se van a atrever a afrontar, con calma eso sí, sin prisas, que el derecho a una muerte digna, sin sufrimiento, sin encarnizamiento, sea un derecho de todos los españoles y no quede al arbitrio de cada comunidad autónoma, de cada hospital o de cada médico. Además, el PSOE, por primera vez, abre la puerta a la eutanasia.

El partido considera que ahora sí hay demanda social para la regulación
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La voluntad de los socialistas, tibia hasta ahora, de que el derecho a una muerte digna sea una realidad en toda España va a quedar reflejado en el 37º congreso del PSOE, que se desarrollará entre hoy y el domingo, por decisión muy reciente del que será único candidato en este congreso a la secretaría general, José Luis Rodríguez Zapatero. En efecto, en la ponencia oficial, no figura nada al respecto como tampoco hubo una sola línea en el programa electoral con el que el PSOE concurrió a las elecciones. "No hay demanda social sobre este asunto", dijeron en el Gobierno y en el PSOE en ese momento. La existencia de 10 enmiendas sobre "el derecho a una muerte digna", no hacía presagiar que la dirección del PSOE estuviera dispuesta no sólo a abrir el debate sino a establecer compromisos ambiciosos. No hay duda de que con este texto los socialistas abren la puerta a la eutanasia, según reconocen sus autores, al señalar que una vez que se "consoliden", derechos y prácticas paliativas del sufrimiento que ahora no son homogéneas en toda España, se abrirá el debate sobre la regulación legal del derecho "a solicitar de los profesionales una intervención más activa", para garantizar el derecho a una muerte digna. El texto alude expresamente a pacientes "afectados por determinadas enfermedades terminales o invalidantes".

Es verdad que esta consideración comienza por añadir que la reflexión se producirá "en los próximos años" y que vendrá dada por deseo de los ciudadanos. En estudios cualitativos que maneja el PSOE se aprecia una demanda creciente de la implantación de la eutanasia, según explicaron ayer fuentes de la dirección socialista. Este reconocimiento no se hacía tan sólo hace seis meses, y mucho menos durante la primera legislatura de Zapatero a pesar de que sí se incluyó en ese programa electoral la creación de una comisión que estudiara la eutanasia. Tantas cuantas veces IU-ICV y ERC intentaron en el Congreso abrir el debate, obtuvieron el rechazo de la mayoría socialista. Ahora se llama la atención sobre la iniciativa que promovió hace un mes el Gobierno de Andalucía, al anunciar una ley autonómica para regular la eutanasia pasiva y que dará cobertura asistencia y jurídica a los pacientes terminales que deseen ser desconectados o para aliviar su agonía mediante sedaciones.

Precisamente toda la primera parte del texto que aprobarán los socialistas en su congreso, antes de llegar a abrir la puerta a la eutanasia, tiene como objetivo garantizar que los pacientes reciban esos cuidados paliativos y garantizar que los profesionales puedan aplicar "los protocolos dictados por la praxis médica". En suma, se trata de que no haya problemas legales para "poder retirar" los tratamientos que reciben personas en fase terminal que en nada mejoran sus expectativas de vida. Es decir, que puedan ser desconectados. "Nadie puede impedir por sus convicciones o creencias religiosas el derecho de los ciudadanos a vivir y morir dignamente". Esta consideración, expresada de forma enfática, casi como una proclama, la formuló el candidato socialista a la presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en las vísperas de las elecciones generales del 9 de marzo en algunos de sus mítines. En el Círculo de Bellas Artes de Madrid dedicó esta declaración de principios al doctor Luis Montes, sentado en primera fila, junto a intelectuales y personas del mundo de la cultura que acudieron a prestar su apoyo a Zapatero. Montes todavía disfrutaba del sobreseimiento de la causa judicial que se le abrió junto a otros médicos por denuncias de exceso de sedación en enfermos terminales como coordinador de urgencias del Hospital Severo Ochoa de Leganés. "Se le ha perseguido por tratar de evitar sufrimiento a muchos seres humanos, cuando sólo merece reconocimiento", le agradeció Zapatero

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El presidente José Luis Rodríguez Zapatero, en La Moncloa, tras su declaración de apoyo a Colombia por la liberación de Ingrid Betancourt.
El presidente José Luis Rodríguez Zapatero, en La Moncloa, tras su declaración de apoyo a Colombia por la liberación de Ingrid Betancourt.CLAUDIO ÁLVAREZ

Enmienda sobre la muerte digna

- Testamento vital. Los testamentos vitales ya están regulados en prácticamente todas las comunidades autónomas, pero es necesario impulsar la coordinación interterritorial de su aplicación.

- Retirada de tratamientos. La prolongación de tratamientos de soporte vital que sólo mantienen la vida biológica de las personas pero no mejoran sus expectativas de recuperación puede producir a los pacientes y sus familias un sufrimiento innecesario. Forma parte del derecho a una muerte digna poder evitar tales situaciones mediante la retirada de dichos tratamientos.

- Sedación paliativa. El derecho a recibir adecuado tratamiento del dolor y a la sedación paliativa es otro componente clave por lo que resulta imprescindible garantizar a los pacientes que recibirán dichos tratamientos si así lo desean.

- Intervención activa. En los próximos años, a medida que los anteriores componentes del derecho a la dignidad del proceso de muerte se hayan consolidado, la sociedad debería abrir el debate hacia la posible regulación legal del derecho de los pacientes afectados por determinadas enfermedades terminales o invalidantes a solicitar de los profesionales una intervención más activa que la descrita en los párrafos anteriores para garantizar su derecho a una muerte digna.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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