Israel sella Gaza en represalia por el lanzamiento de cohetes
Cierre hermético de Gaza. El Gobierno israelí ordenó ayer la clausura de las aduanas fronterizas, únicos canales por los que se abastece el territorio palestino. Es la represalia por el lanzamiento, la víspera, de cuatro cohetes contra la ciudad israelí de Sderot, que hizo temblar el alto el fuego que entró en vigor hace una semana. La apertura de los cruces en las jornadas precedentes había sido muy tímida, a la espera de que la tregua se afianzara.
No está meridianamente claro quién abrió fuego primero. Porque ayer trascendió que, el lunes por la tarde, un civil de 68 años fue herido por un disparo de un soldado israelí en el norte de Gaza antes de que las milicias palestinas lanzaran el primer proyectil de mortero.
El diario israelí Haaretz informó de que, aparentemente, fue una bala perdida. Ayer se repitió un incidente similar en el este de Gaza en el que resultó herido un campesino.
Hamás ha reconocido, a través de varios portavoces, que son los miembros de otras facciones quienes lanzan los cohetes. Las mismas fuentes de Hamás, organización necesitada de que el alto el fuego perdure, insistieron en que seguirán tratando de persuadir a las demás facciones armadas para que respeten la tregua. Pero es pedir peras al olmo que se enfrenten al resto de grupos armados. "Nadie disfrutará viendo a Hamás empuñar un rifle contra un luchador", advirtió Jalil al Jaya, uno de los líderes islamistas.
