Denuncian obras en un castro de Valdoviño

La imagen de una pala excavadora maniobrando a pocos metros del castro de Frouxeira, en el municipio coruñés de Valdoviño, donde la constructora Rías Gallegas proyectaba edificar más de 70 viviendas en primera línea de playa, ha puesto sobre alerta a los ecologistas. Adega Trasancos denunció esta semana ante el Seprona la presencia de "maquinaria" pesada en el lugar de A Saíña, a muy pocos metros del extenso arenal de A Frouxeira, en terrenos de la Red Natura y del Lugar de Interese Comunitario (LIC) Costa Ártabra, protegidos por su interés medioambiental y patrimonial.

"Las máquinas andaban dentro del perímetro de 200 metros que protege el castro" señala Carlos Outeiro, miembro de la directiva de Adega Trasancos, "el propio proyecto de la promotora reconocía que tocaban el doble muro del castro, aunque argumentaban que no afectaba al yacimiento". Outeiro explica que la misma empresa ya iniciara, en agosto del 2006, movimientos en esos terrenos con una licencia municipal de urbanización "caducada y sin el informe jurídico que necesita el expediente".

Presión sobre la Xunta

La presión de los ecologistas, que denunciaron insistentemente los movimientos de la empresa ante la Guardia Civil y la Xunta, paralizó entonces la construcción. "Creemos que ahora quieren retomar el proyecto y buscan una vía para edificar" manifiestan desde Adega. También sostienen que el entorno de Valdoviño ha sufrido en los últimos años "las consecuencias del urbanismo salvaje y la pasividad de las Administraciones en la defensa de los espacios protegidos".

La entidad ecologista espera reunirse este jueves con el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, a quien apremian a pronunciarse contra el proyecto. "En dos años, la Xunta no ha dicho nada al respecto" critica Outeiro, "el coste medioambiental de edificar en esos terrenos un montón de chalés para turistas de 15 días es inasumible. Nada justifica que se urbanice ahí". Los ecologistas recuerdan que parte del entorno de Valdoviño es un humedal protegido por el convenio Ramsar, integra el LIC Costa Ártabra y la Red Natura con cinco hábitats distintos considerados "prioritarios" por la Xunta. Además, entienden que una urbanización en este espacio incumpliría la Ley de Costas y la Lei do Patrimonio Cultural de Galicia por la cercanía de un castro.