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El fraude eléctrico por enganche supera los 15 millones

Sevillana Endesa detectó 11.425 contadores manipulados en 2007

Cuatro millones de contadores eléctricos en Andalucía pueden ser manipulados. La compañía Sevillana Endesa, que opera en las ocho provincias y en la de Badajoz, inició hace años la persecución contra los enganches ilegales. Los fraudes se han hecho notar sobre todo en desarrollos urbanísticos irregulares del litoral. La empresa detectó el pasado año 11.425 contadores manipulados, a los que cortó el suministro.

En 2007 habrían generado energía por valor de 15.837.000 euros.

El artículo 255 del Código Penal lo deja claro. "Será castigado con la pena de multa de tres a 12 meses el que cometiere defraudación por valor superior a 400 euros utilizando energía eléctrica (...) valiéndose de mecanismos instalados para realizar la defraudación o alternando maliciosamente los aparatos contadores". La compañía ha ido incrementado sus medios contra estos engaños y los resultados son contundentes. El año pasado Sevillana Endesa recuperó 142 gigavatios hora de energía, el equivalente al consumo de una ciudad como Cádiz, de aproximadamente 120.000 habitantes.

Por provincias, encabeza la lista Málaga, donde en 2007 le cortaron la luz a 3.558 contadores. Le siguen Cádiz (2.051); Granada (1.849); Sevilla (1.633); Almería (847); Jaén (587); Córdoba (468), y Huelva (165). Badajoz suma 247 al total. La empresa atribuye el liderazgo de Málaga y Cádiz a la existencia de numerosas urbanizaciones ilegales, donde este tipo de fraudes es muy habitual. "En toda esta zona donde no se tiene licencia urbanística, nosotros no podemos dar suministro legalmente. Ahí se enganchan ilegalmente y cuando lo percibimos cortamos", detalla el director de Sevillana Endesa en Cádiz, Carlos Alés.

Ocurre así en El Palmar (Vejer), una pedanía en el litoral gaditano donde la empresa cortó a finales de 2006 la luz de unas 70 viviendas al detectar unos 30 enganches directos a la red en viviendas irregulares. Las investigaciones permitieron eliminar derivaciones clandestinas desde contadores de contrato, algunas tan rebuscadas que, incluso, se habían cableado bajo el suelo para evitar ser descubiertas. Los cortes se convirtieron en un problema social porque en esta pedanía los dueños de las casas, muchas de primera ocupación, no pueden legalizarlas aunque quieran porque el Ayuntamiento tiene que aprobar todavía el plan para permitir la regularización. Los contadores existentes corresponden a viviendas anteriores a la entrada en vigor de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía o dados de alta para riego o explotaciones agrícolas o ganaderas.

Algunas de esas casas siguen sin luz en El Palmar. Otras han ido recuperándola gracias a las gestiones del Consistorio y la asociación de vecinos con Sevillana Endesa. El presidente de la asociación de vecinos, Luis Alférez, espera que el Consistorio agilice la legalización de la pedanía para que sus vecinos puedan normalizar los suministros como la luz. "Yo se la daba a mi hermano", admite. Ambos sufrieron cortes de Sevillana pero él niega haber cometido fraude, de hecho, no le llegaron a multar.

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La compañía eléctrica ha contactado con varios ayuntamientos como el de Vejer o Barbate para consensuar el suministro en aquellas zonas en vías de ser regularizadas. Allí la luz se entiende y se enciende como un bien social.

Una maleta especial

Sevillana Endesa ha tenido que mejorar sus propios mecanismos contra el fraude al mismo tiempo que los medios para engañar a la compañía se han sofisticado. Los inspectores de la empresa eléctrica viajan con una maleta especial que lleva en su interior un avanzado sistema óptico de microcámaras, del tamaño de un bolígrafo, con lentes de visión frontal y lateral, para poder inspeccionar las casetas de luz de las viviendas donde se sospecha que se están realizando dobles acometidas.

Los técnicos acuden a los domicilios que llamen la atención en la comparativa entre el más reciente consumo de la vivienda y el histórico que ha tenido en el último año. Mediante pinzas amperimétricas comprueban si existe diferencia de intensidad entre conductores que pueda ser debida a la salida fraudulenta hacia el domicilio del cliente, que no es recogida por los contadores de la empresa. Es entonces cuando se introduce la cámara para buscar la derivación del suministro del cliente. Sólo en los primeros tres meses de funcionamiento, este método permitió detectar 116 dobles acometidas en Jerez y 46 en Granada.

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