Poco tiempo, pero decisivo
La página de la democracia de este país que recoja la etapa de Gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo deberá integrar la brevedad de su mandato con la intensidad democrática de ese tiempo y su trascendencia para el futuro de este país. No debió ser fácil la andadura de un Gobierno que da sus primeros pasos después de un intento de golpe de Estado. Se necesitaba entonces el hambre de democracia de todo un pueblo que se echó a la calle y una clase política y, sobre todo, un gobernante, con personalidad y energía, que entendió cuál era el futuro de España
Leopoldo Calvo Sotelo, persona culta y con una aguda ironía, mantuvo en pie las instituciones democráticas, culminó la Transición e hizo un traspaso de poderes ordenado y leal al Partido Socialista Obrero Español que, con Felipe González al frente, obtuvo una victoria electoral histórica en 1982. El centro derecha dejaba paso a la izquierda para gobernar este país y ese tránsito se desarrolló en un clima de entendimiento y convivencia democrática. Y ahí Leopoldo Calvo-Sotelo tuvo un comportamiento ejemplar. Perteneció a Unión de Centro Democrático (UCD), un partido clave en la transición de la dictadura a la democracia.
Incluso las generaciones que han nacido en democracia deben mirar hacia atrás y detenerse un momento en las personas que contribuyeron decisivamente a la España actual, a los 30 años de democracia y progreso como jamás ha conocido este país. Se nos ha ido el primer ex presidente desde la restauración de la democracia en España. Esto tiene un significado. Nos obliga a pensar en las raíces de esta España de hoy, de la herencia que recibimos nuestra generación política. Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo-Sotelo e incluso Felipe González posteriormente, son políticos cuya biografía deberá ser estudiada cuando se quiera entender nuestra democracia, nuestro país. Algo de ellos está en nuestra identidad como demócratas.
Leopoldo Calvo-Sotelo, en ese periodo tan corto de un año y pocos meses, nos dejó las bases sólidas para una esperanza de democracia que se consolidaría después de manera sólida y firme. Fue poco tiempo el de Leopoldo Calvo-Sotelo en el Gobierno de este país pero intenso y decisivo. Es conocido que tuvo dificultades para formar Gobierno después del 23-F. Lo hizo, dio estabilidad al país y mantuvo el diálogo con todas las fuerzas políticas. Caminó en la política con el diálogo y el entendimiento como señas de identidad, en uno de los momentos más complejos y difíciles que ha vivido este país en su reciente historia.
En este momento quiero transmitir a la familia, además de mis condolencias, un sentimiento de admiración por la persona y el político, por su contribución a la democracia y al futuro de España, por su firmeza y energía en momentos difíciles para este país. Se ha ido un ex presidente del Gobierno, que ya hace tiempo nos dejó su legado de democracia y libertad.
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