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Reportaje:

Vuelo truncado hacia el horizonte

Exposición sobre el 'padre' español del turborreactor, fusilado en 1936

La Sala de las Arquerías de los Nuevos Ministerios ofrece hasta el 4 de mayo la exposición dedicada al militar e inventor español Virgilio Leret, nacido en Pamplona en 1902 y primera víctima militar de la Guerra Civil el 18 de julio de 1936 en Melilla. Su memoria, sepultada en el olvido durante la dictadura por su lealtad republicana, revive en esta interesante muestra.

Virgilio Leret había sido el inventor del primer motor a reacción español. Su gesta tecnocientífica, una de las más avanzadas de su tiempo, se une al palmarés de otros inventores militares españoles, como Emilio Herrera, que diseñaría, entre otros prototipos, la escafandra y el traje espaciales que llevó a la Luna el astronauta Neil Armstrong.

A Carlota O'Neill, viuda de Virgilio Leret, le dieron por error sus prototipos

Perteneciente a una familia militar conservadora, Virgilio Leret se hizo oficial de Infantería en la Academia Militar de Toledo pero desde muy joven mostró un comprometido interés por la aeronáutica: primero observador en la base madrileña de Cuatro Vientos, luego piloto en el aeródromo de Alcalá de Henares y, posteriormente, ingeniero militar. En Barcelona conoció a Carlota O'Neill, de familia librepensadora, luego célebre escritora. Ella le indujo una serie de cambios ideológicos de hondo alcance, que le llevaron a integrarse en la Unión Militar Republicana, UMRA. Con Carlota, Leret tendría dos hijas, Carlota y Gabriela.

Leret fue arrestado en varias ocasiones, en 1931 y 1934, por su negativa a perseguir a los aviadores que tiraron panfletos republicanos durante la sublevación del Cuartel de Cuatro Vientos. Aprovecha su arresto en la prisión ceutí de El Hacho para idear un motor turbocompresor para aviones, que superase las dificultades que presentaban ya los prototipos con hélices. Patenta su invención el 30 de marzo de 1935 y el presidente de la República, Manuel Azaña, en 1936, insta a fabricarlo a la compañía Hispano-Suiza de Aviación. Dos ingenieros, Frank Whittle, británico, en 1930 y el alemán, Otto von O'Hain, poco antes que Leret, patentan motores similares.

Pero los acontecimientos políticos se precipitan y sesgan la vida del inventor español. Azaña, conocedor de su lealtad republicana, nombra a Leret Comandante de la zona aérea oriental del Protectorado de Marruecos y responsable de la base melillense del Atalayón. Allí acuden en las vacaciones de julio de 1936 su esposa y sus dos hijas. Cuando los oficiales franquistas se rebelan el 17 de julio contra la autoridad republicana, Leret improvisa una defensa de la base, que cae pronto en manos de los facciosos: le hieren, le apresan y le dan muerte el 18 de julio sin juicio. Se trata de la primera víctima militar de la Guerra Civil.

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Los captores de Leret, sin percatarse de ello, entregan a su viuda Carlota una maleta con sus pertenencias, entre las que se encuentran los planos de sus diseños aeronáuticos. Con ellos, O'Neill lograría refugiarse en Venezuela a partir de 1949. Los planos constituirían un tesoro aeronáutico que especialistas mundiales no tardarían en valorar.

Una de las hijas de Leret, Carlota, ha sido quien ha detallado la vida de sus padres, fotografías y planos de esta muestra patrocinada por la Fundación AENA y comisariada Enrique Caballero, del Servicio Histórico del Aire, que incluye uniformes, motores y elocuente correspondencia.

Virgilio Leret (1902-1936). Pionero del avión a reacción. Hasta el 4 de mayo. Arquerías de los Nuevos Ministerios. De 10 a 14 y de 17.00 a 21.00.

Carlota Leret, hija del piloto e inventor, ante la maqueta de uno de los aviones que pilotó su padre.
Carlota Leret, hija del piloto e inventor, ante la maqueta de uno de los aviones que pilotó su padre.SANTI BURGOS

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