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Análisis:Cosa de dos
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

¿Justicia?

Carlos Boyero

Nadie puede meterse en el corazón y en el cerebro de ese hombre presumiblemente roto, ya que no podemos palpar el vértigo, el sufrimiento y la angustia de alguien cuya niña ha sido secuestrada y comprueba dos meses más tarde que la han asesinado. Pero alucina la serenidad y el raciocinio que ha mostrado en público este desolado pastor evangelista. También te provoca una sensación rara su declaración al conocer el espantoso desenlace: "Lo que yo he pasado durante estos 54 días no se lo deseo ni al hombre que ha matado a mi hija". Lo lógico sería expresar el deseo de venganza o el natural enloquecimiento de una persona a la que la barbarie le ha destrozado su presente y su futuro, pero este ejemplar señor se limita a pedir justicia.

¿ Y qué justicia le debe aplicar la Justicia, ese frecuente e irritante disparate, tan comprensiva ella con los gánsteres poderosos, tan salvajemente perezosa, tan kafkiana, al monstruo al que no puso a buen recaudo? Algunos exigen castración para los irredentos pederastas. Le preguntan a Iñaki Gabilondo. Y yo admiro su incertidumbre y su confusión al responder: "No tengo opinión clara, no sé cómo hay que tratar a los pederastas".

Creo saber cómo reaccionaría yo si esa patología criminal se hubiera cebado con mis entrañas, creo visceralmente en la tenebrosa ley del Talión, pero no me atrevería a ofrecerle soluciones drásticas a los que administran la ley.

Otros piden que, al igual que en Estados Unidos (modelo inquietante, donde el Estado utiliza con los reos la soga, la inyección y la electricidad), la gente tenga acceso a la identidad y al domicilio de los pederastas. Por si acaso, por si tu aparentemente dulce vecino esconde a un psicópata o a un pervertido. Digo yo que, puestos a saber dónde se encuentra el Mal, también hay que incluir al que pone morada a su mujer, al antiguo terrorista (incluidos los estatales), al torturador, al explotador. Y el difunto juez Lynch tendría un orgasmo.

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