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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

John Balan, 'showman' gallego

Manuel Outeda fue cantante, animador e icono televisivo

Manuel Outeda, que con el nombre artístico de John Balan fue un showman popular y peculiar en Galicia y también un icono en la televisión de los años ochenta, murió el pasado miércoles 19 en el Asilo de Ancianos de Pontevedra, en el que residía desde hace varios años, los últimos afectado por una hemiplejía. Había nacido hace 73 años en Seixo, una parroquia de Marín (Pontevedra), en cuyo cementerio de Campo fue enterrado el jueves día 20.

Si su vida fuese llevada al cine, la película debería titularse necesariamente Marín, Texas. Manuel Outeda nació en una muy humilde familia de marineros. Buena parte de sus vecinos conocían los puertos de todo el mundo, o estaban emigrados en Nueva York, Newark o Chicago, pero él nunca se embarcó y descubrió al John Balan que llevaba dentro en las películas que protagonizaban John Wayne, James Stewart o Richard Widmark.

Dotado de una gran capacidad de imitar sonidos y de una imaginación desbordante, de niño corría descalzo y reproducía todos los ruidos de un coche o de un autobús los siete kilómetros que separaban su aldea de Marín. Comenzó la ruta de la bohemia improvisando espectáculos en tabernas o en el tranvía Pontevedra-Marín, caracterizado siempre con un sombrero Stetson, corbata tejana y botas camperas. Aprendía inglés con los emigrantes en Estados Unidos que venían de vacaciones. Imbuido de su papel, en 1964 llegó a asaltar el tren Santiago-Vigo con tanta pasión que los aterrados pasajeros le entregaron sus pertenencias.

Fue también cantante de orquesta, vocalista de grupos yeyés y animador de discotecas y fiestas privadas. Lo mismo escenificaba películas con argumento y guión propios -La muerte es inoxidable, El callejón de las vírgenes distraídas- en las que se hacía cargo de todos los personajes e interpretaba a la vez la banda sonora, que daba conciertos tocando una puerta con la que reproducía los bajos y la percusión, y utilizaba la boca para el resto de los instrumentos.

Era evidente que tenía un claro perfil televisivo, la mezcla entre lo popular y lo pop que ahora se etiqueta como friqui. José María Íñigo lo llevo varias veces a Directísimo y también pasó por los programas de Jesús Quintero y José Luis Coll. En la Televisión de Galicia llegó a tener un sketch propio en el show Adiviña quen vén esta noite.

En 1985, el programa de TVE Vivir cada día lo llevó de verdad a Estados Unidos, intento de visita a Ronald Reagan en la Casa Blanca incluido. "Estamos viendo la ciudad de los rascacielos, la gran ciudad de Nueva York, donde yo he vivido ilusoriamente toda mi vida hasta hoy", decía Balan en la escena final, mientras sobrevolaba Manhattan a bordo de un helicóptero. La plaza de la aldea donde nació lleva su nombre (el artístico) y hace unos meses recibió un homenaje en el teatro Principal de Pontevedra, abarrotado de público. Un momento de película, pero de verdad.

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