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Camps brinda a Rajoy un baño de multitudes tras la derrota del 9-M

El líder de la oposición dice que avala las reivindicaciones del jefe del Consell

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, ofreció ayer al líder nacional del PP, Mariano Rajoy, un baño de multitudes tras la derrota electoral del pasado domingo. Camps agasajó a Rajoy y su esposa y al presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, también acompañado por su mujer, con un día de asueto en las fiestas falleras de Valencia.

La jornada, seguida de cerca por docenas de televisiones, incluyó una visita a la exposición de Sorolla en el Centro Cultural Bancaja, la mascletà en la plaza del Ayuntamiento y la corrida de toros en el coso de la calle de Xàtiva.

La multitud pide al presidente nacional del PP que bote en el balcón municipal
Los socialistas creen que el jefe del Consell lleva sus quejas a la ilegalidad

El éxtasis llegó en la plaza del Ayuntamiento de Valencia, donde una multitud pidió varias veces a Rajoy y a Barberá que botasen. Una gracia que ha cundido y a la que el presidente nacional del PP ya le va cogiendo el tranquillo a base de guardarse la timidez en los bolsillos. "Uno se pone siempre a la orden de la gente amable", sentenció Rajoy, que destacó la "amabilidad enorme y la gran generosidad" que le brinda siempre la gente de Valencia.

En el balcón del Ayuntamiento fue donde a Rajoy le sorprendió el anuncio de Eduardo Zaplana, que dijo en Madrid que renuncia a seguir en la dirección del Grupo Popular en el Congreso y deja el cargo de portavoz. Rajoy quiso restar importancia al anuncio indicando que ya conocía la decisión de Zaplana, le agradeció el "esfuerzo" y expresó su deseo de que siga trabajando por el PP.

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La irrupción de Zaplana en la jornada festiva de Rajoy fue el incidente de una jornada en la que el presidente nacional del PP no tenía previsto hablar de política ante los medios de comunicación. Tan solo, tras visitar la exposición de Sorolla en el Centro Cultural Bancaja se improvisaron unas breves declaraciones para aligerar la presión de los medios de comunicación.

Así, Rajoy se limitó a asegurar que como partido de la oposición al Gobierno socialista defenderá el AVE, el agua, que en el modelo de financiación autonómica "se diga cuáles son los habitantes que tiene la Comunidad Valenciana, que son los que tiene y no otros, como es natural; y la apuesta y el compromiso personal de reforzar con más policías, guardias civiles y cuarteles la Comunidad Valenciana". "Es algo que defenderemos como partido desde la oposición", sentenció Rajoy.

El presidente nacional del PP evitó meterse en jardines como la iniciativa impulsada por el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, de llevar a la calle -mediante una recogida de firmas- la exigencia de mayor financiación estatal.

La primera iniciativa del PP de la Comunidad Valenciana tras el resultado electoral del 9-M fue respondida ayer desde distintos ámbitos del socialismo valenciano.

El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Antoni Bernabé, instó a Camps a aprovechar la visita de Rajoy para promover "el consenso necesario para cambiar el modelo de financiación". "El modelo vigente ha sido tremendamente criticado por el PP, pese a que fue este partido el que lo aprobó durante su última legislatura en el Gobierno", dijo Bernabé tras visitar un puesto de información que el Ejecutivo de Zapatero ha instalado en la estación del Norte de Valencia para informar sobre las obras del AVE.

El portavoz socialista en las Cortes Valencianas, Ángel Luna, pidió a Camps "que se tranquilice", porque lo que "está pidiendo al Gobierno de España es que vulnere la legalidad y le dé un tratamiento especial". "Por mucha necesidad de liquidez que tengan y apuros económicos a los que les haya llevado su mala gestión, no pueden ponerse de los nervios ni romper relaciones con el Gobierno que acaba de ganar las elecciones", sentenció Luna. La secretaria de Economía del PSOE, Inmaculada Rodríguez Piñero, también reclamó a Camps coherencia y rigor.

El secretario regional del PP, Ricardo Costa, volvió a hacer un llamamiento a los ciudadanos para que secunden la iniciativa popular impulsada por Camps.

En el debate sobre las posibilidades económicas de Camps intervino, de manera irónica, el presidente del PP de Galicia, Alberto Nuñez Feijóo: "Creo que Galicia es una buena opción para celebrar el congreso [del PP nacional] y ya que Camps goza de buena situación económica, podría financiar la reunión en Santiago de Compostela".

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