Campaña y 'champagne'
Más que asquear, las imágenes del pasticcio del Senado italiano, que yo vi en Noticias 2 de Mara Torres (La 2), calmaban: en uno de los países más cultos de Europa hay políticos más brutos que Martínez Pujalte. Los gritos, los golpes, el desmayo, el descorche del vino espumoso en los escaños; a eso lo llamo yo pasión meridional, tan distinta de la seca risita un poco postiza que lució Alberto Ruiz-Gallardón en el último Caiga quien caiga (Tele 5) cuando le montaron la serenata de los mariachis cantándole Ojalá que te vaya bonito. Uno de los hallazgos de este programa son sus dibujos superpuestos, algo así como pequeños editoriales animados, y al alcalde de Madrid le pusieron primero lagrimones y al despedirlo una gran mancha de sangre con un cuchillo clavado en la espalda.
En toda la programación televisiva se respira ya el aire de la precampaña de marzo. En Noche Hache (Cuatro), Eva y su adán político Ricardo Castella siguen postulándose como alternativa electoral, cada vez con menos gracia, aunque sí la tuvo el jueves el comentario de Castella a las entrevistas a pie de calle sobre quién va a ganar las elecciones. Las señoras que deseaban el triunfo del PP no recordaban bien el nombre del líder; una sólo sabía que empezaba por "Ra", y otra le llamó varias veces Majoy. "Rayano Majoy", apostilló Castella.
Ayer la noticia que calentaba el ambiente era la orden de ilegalizar a los compinches de los terroristas, y el ministro de Justicia estuvo claro y muy elocuente en el coloquio de Las mañanas de Cuatro, al que acudió nada más acabar el Consejo de Ministros. Fernández Bermejo replicó con contundencia a los tertulianos que le querían enredar con las fechas y los números: la legalidad opera sobre el conocer, no sobre el sospechar, y una cosa es creer saber que ANV y PCTV incurrían en delito y otra tener los datos de su criminalidad.
