_
_
_
_
_
La precampaña más reñida

El silencio de Rajoy con las listas desata el nerviosismo

El líder quiere mostrar su poder en el partido y evita tranquilizar a los suyos

Carlos E. Cué

Desde hace varias semanas, un grupo de casi 300 personas no duerme tranquilo. Son los diputados y senadores del PP, que esperan cada vez más nerviosos un gesto del líder sobre su futuro. Mariano Rajoy ya ha escuchado a todos, ha hablado con los principales barones autonómicos, pero ha evitado en todo momento tranquilizar a nadie. Mutismo total, en una muestra de autoritarismo inédita hasta ahora en su particular forma de ejercer el poder.

Lo hace, dicen los suyos, para evitar filtraciones, pero sobre todo para mostrar que, como antes José María Aznar, su mentor, él tiene todo el poder cuando se trata de elaborar las listas.

"Vamos a tener que ir a un tablón a ver si estamos", ironiza un diputado
Más información
La cuesta de enero de Zapatero

De hecho, en este proceso, que comenzará a resolverse esta semana, sólo Rajoy cuenta. Ni siquiera el secretario general, Ángel Acebes, ahora claramente en un segundo plano y que en la campaña desaparecerá aún más para dejar paso a Pío García Escudero y a Juan Costa, está teniendo mucho protagonismo, según coinciden una veintena de diputados y senadores.

La principal incógnita, la incorporación de Alberto Ruiz-Gallardón, parece resuelta. Todos los dirigentes consultados en las últimas dos semanas asumen que irá, sobre todo los más cercanos a Rajoy, los que trabajan con él cada día. Lo contrario sería una sorpresa monumental. De hecho, también Esperanza Aguirre, su gran rival, ha empezado a asumirlo. Francisco Granados, su hombre de confianza, ha señalado esta semana: "El PP de Madrid va a respetar cualquier decisión que tome el presidente del partido con referencia a ese asunto".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Aguirre, según explican en su entorno, ya ha decidido no plantear más batalla ante una guerra que tiene aparentemente perdida, para que no quede tan en evidencia su derrota, y prefiere concentrarse en lo que pasará en el futuro. Si Rajoy pierde, el equipo de la presidenta de Madrid culpará también a Gallardón para evitar que se erija en sucesor.

Este asunto es el que más molestos tiene a los dirigentes del PP, por la lentitud de Rajoy para decidir o al menos comunicar su decisión. "Entre todos, pero sobre todo por la indecisión de Mariano, hemos logrado con la batalla de Gallardón que parezca que hay dos PP, cuando la unidad era uno de los grandes logros de Aznar", sentencia un veterano diputado.

En el segundo nivel, por debajo de Gallardón, de algunos clásicos que quieren volver del Parlamento Europeo o de los hombres fuertes, como Eduardo Zaplana, el nerviosismo es aún mayor. La gente no sabe si pedir su reincorporación al funcionariado, si ponerse a buscar trabajo... "Parece que vamos a tener que ir a un tablón a ver si estamos entre los aprobados, como en la facultad, nadie sabe nada", se ríe con sarcasmo un diputado.

El propio Rajoy aseguraba el viernes a EL PAÍS que él aún no ha llamado a nadie. Comenzará a hacerlo esta semana. La solución definitiva llegará la siguiente. Y así el líder podrá concentrarse en lo que de verdad le interesa ahora: hablar de economía.

Mariano Rajoy, ayer, con su hijo pequeño en la cabalgata de Reyes de Pontevedra.
Mariano Rajoy, ayer, con su hijo pequeño en la cabalgata de Reyes de Pontevedra.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_