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La precampaña más reñida

El escaso margen en las encuestas preocupa al PSOE

Blanco responde que "la movilización se producirá en la campaña electoral"

Luis R. Aizpeolea

Desde que el barómetro del CIS de otoño de 2005 recogió el primer impacto del debate sobre el Estatuto de Cataluña y dio cinco puntos de ventaja en intención de voto al PSOE sobre el PP, los socialistas no han logrado despegarse de la oposición, de una manera clara, en toda la legislatura. Su ventaja ha oscilado entre los dos y los cuatro puntos. En esa horquilla se sitúan los últimos sondeos, incluido el del CIS, realizados a dos meses de las elecciones del 9 de marzo.

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Esta situación ha creado una preocupación muy extendida en la izquierda. Los socialistas están perplejos al comprobar que, tras una legislatura intensa en logros sociales, las diferencias con el PP apenas han aumentado. Su sorpresa es mayor a la vista de que el PP ha hecho una oposición muy agresiva. Para colmo, los sondeos coinciden en que el voto de la derecha, que simboliza el PP, está más movilizado que el del PSOE, que ofrece menos fidelidad.

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, intenta quitar hierro al asunto. Según él, los sondeos realizados fuera de las campañas electorales tienen poca validez porque "los ciudadanos no valoran aún la importancia de lo que se juegan". A modo de ejemplo, recuerda que en octubre de 1999 el PP sólo estaba a tres puntos del PSOE, y seis meses después, en las elecciones de marzo de 2000, obtuvo por encima de ocho puntos y ganó a los socialistas por mayoría absoluta. "La movilización del voto se producirá en campaña electoral", dice.

Blanco ofrece una visión optimista. Parte del escenario de marzo 2004, en que el PSOE superó al PP por más de cinco puntos. A partir de ahí, considera que el PSOE mejorará su situación porque irrumpirán en las urnas 1.700.000 de jóvenes que votan por vez primera, la mayor incorporación de jóvenes votantes de la historia de la democracia. La cuestión es si esas personas encontrarán un mensaje lo bastante atractivo para acercarse a las urnas. Y, en el caso de que lo hagan, si se decidirán por las papeletas del PSOE.

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Los dirigentes del PSOE también esperan mejorar posiciones en el voto de los mayores, que al apostar mayoritariamente por la "estabilidad del poder" beneficiaron al PP en 2004. Los socialistas esperan convencerlos porque, según Blanco, "el Gobierno, en esta legislatura, ha avalado su capacidad de gestionar con éxito la economía y aumentar con creces las reservas de la Seguridad Social por el superávit de las cuentas públicas". Otra baza del PSOE para movilizar a sus votantes será contraponer la figura de Zapatero, bien valorado en las encuestas, frente a la de Rajoy, que suele sacar malos resultados. "Contrapondremos el futuro frente al regreso al pasado, que simbolizan los Acebes y Zaplana", asegura Blanco.

El dirigente socialista cree que el PP cuenta con pocas armas de oposición al Gobierno. "La política antiterrorista, el principal ariete de oposición del PP, se ha desactivado, tras la actividad que ha mostrado el Gobierno contra ETA al romperse la tregua".

Los problemas de infraestructuras en Cataluña no parecen repercutir en la batalla entre el PSOE y PP. El anticatalanismo pregonado por el PP puede compensar los fallos socialistas.

Militantes socialistas en un mitin reciente de Zapatero.
Militantes socialistas en un mitin reciente de Zapatero.ULY MARTÍN

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