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La participación ciudadana enfrenta a vecinos y entidades

Críticas a la falta de concreción del programa municipal

Blanca Cia

¿Quién tiene más derecho y conocimientos para participar en la definición de los proyectos de la ciudad en los próximos cuatro años, el importante movimiento asociatiavo o la ciudadanía en general a título individual? La cuestión no es baladí y ayer provocó un enfrentamiento indisimulado en la sesión del Consejo de Ciudad de Barcelona.

El Consejo de Ciudad es el máximo órgano consultivo del Ayuntamiento y está integrado por un centenar de personas, representantes de entidades de todo tipo y profesionales de todos los sectores, amén de políticos municipales y ciudadanos de a pie. Lo que se debatía era el documento inicial del programa de actuación municipal (PAM) de los próximos cuatro años. Es el documento que se ha sometido a consulta ciudadana durante algo más de un mes y medio. A la consulta han contestado de forma individual algo más de 26.000 ciudadanos y 374 entidades. En total, el número de aportaciones -ideas concretas sobre proyectos o las líneas estratégicas - ha superado las 100.000. Los métodos han sido diversos: respuesta escrita a los boletines recibidos en los domicilios, SMS, Internet, etcétera.

La cuestión es que algunas entidades restaron valor al proceso de participación por estar abierto a todo el mundo. Una de las voces más contundentes fue la de Eva Fernández, presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), que primero criticó la falta de concreción del documento de propuesta del PAM y a continuación subestimó la capacidad de participación del ciudadano de a pie: "Se da mucho valor a la participación individual y para nosotros la participación de calidad es la que se deriva de un proceso deliberativo y colectivo, no de un simple SMS o un mail". En parecidos términos se expresó la representante de otra entidad: "Este proceso de participación es muy cuestionable porque no se sabe quién defiende qué".

Todo lo contrario dijo una joven miembro del consejo, una ciudadana a título individual: "No veo por qué mis preocupaciones e ideas tienen que valer menos que las de los colectivos". Al final, tanto el primer teniente de alcalde, Carles Martí, como la segunda, Imma Mayol, defendieron la no exclusividad de las entidades en los procesos participativos. "Hay que abrir canales a toda la población con todos los medios al alcance", defendió Mayol. Para defender la bondad del método, Martí recordó que el consistorio contestará a todas y cada una de las personas que han hecho aportaciones.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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