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Reportaje:

La bicicleta le echa un pulso al coche

Las capitales vascas pedalean a la cabeza de las principales ciudades españolas en el impulso a las dos ruedas como alternativa a los medios tradicionales

Es ecológico, cómodo, saludable y barato. El transporte en bicicleta gana terreno en la ciudad y ya es una alternativa seria al coche y al transporte público tradicional. La revolución ha llegado de la mano de los sistemas públicos de alquiler de bicis. Empezaron en Vitoria hace ya cuatro años y se han extendido a otras muchas ciudades, como Bilbao, Barcelona o Sevilla, donde se ha desatado una auténtica fiebre por ellas. En otras grandes capitales, como Madrid, el coche sigue ganando la partida.

LAS CAPITALES VASCAS

Esfuerzo continuo

La relación del País Vasco con la bicicleta va mucho más allá de la tradicional afición por el ciclismo. Vitoria siempre ha ido a la cabeza. Los primeros bidegorris, impulsados por el ex alcalde nacionalista José Ángel Cuerda, dieron paso al préstamo gratuito con el popular Alfonso Alonso, una oferta que antes se reducía a primavera y verano y que ahora se ha alargado a todo el año con un parque de 500 máquinas.

El actual primer edil, el socialista Patxi Lazcoz, quiere dar un paso más y pasar de los actuales 38 kilómetros de bidegorri a 84 en 2015. Con la nueva red, el 95% de los vecinos tendrán acceso a uno a menos de 250 metros de su domicilio. Casi 25.000 vitorianos se mueven a diario por su ciudad sobre dos ruedas.

Bilbao dispone actualmente de 13,2 kilómetros de carriles bici y acaba de aprobar un plan para que en año y medio se alcancen los 45 kilómetros. Apenas dispone de áreas pacificadas para darles preferencia sobre los vehículos: no llegan a media docena de tramos en la zona más céntrica. El consistorio realizó en octubre un recuento en las zonas de bidegorris y concluyó que en dos puntos concretos hubo un tránsito total diario de entre 560 y 684 máquinas.

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No existe una ordenanza municipal específica para este transporte. El pleno ha aporbado una normativa que regula el uso de los bidegorris, con especificaciones de los lugares por donde se puede circular y aparcar. La capital vizcaína ofrece 197 bicicletas en préstamo gratuito en diez puntos de la ciudad. Desde que se inició el servicio el pasado 4 de mayo se han realizado 19.000 préstamos.

San Sebastián no cuenta aún con un servicio de préstamo de bicis, pero aspira a implantarlo en breve. El Plan Estratégico de la Bicicleta 2008-11 consagrará la culminación de la red de bidegorris dentro y fuera de la ciudad, conectando San Sebastián con Pasaia, Astigarraga y Lasarte-Oria. Además de construir 50 kilómetros de bidegorris, los responsables van a trabajar en los próximos años para satisfacer las demandas de los vecinos de barrios periféricos como Herrera, Altza, Intxaurrondo, Loiola, Martutene. El plan cifra en unos ocho millones de euros el coste de completar la red.

MADRID

El turismo manda

"Cuando vas en bici, tienes la impresión de que todo el mundo te odia". A Tamara El Khouri, estudiante libanesa de 25 años, moverse en ella por el centro de Madrid le resulta una odisea. Por la acera, los peatones le "miran mal" y en la carretera, "ir entre los coches es un riesgo". Pero no se rinde. La usa para ir a clase casi todos los días. Madrid tiene 166 kilómetros de carril bici, de los que 60 están en el anillo verde ciclista que rodea la ciudad. El resto "son tramos inconexos", critica Iñaki Díaz, portavoz de Pedalibre, asociación con 200 miembros que reivindica este método de transporte como un sistema habitual.

El Ayuntamiento admite que no existen vías especiales más allá de estos carriles. Tampoco dispone de datos de usuarios, aunque el Observatorio de Movilidad Metropolitana estima que el 0,5% de desplazamientos diarios, unos 42.000, se hacen mediante este sistema. La Ordenanza de Movilidad para la Ciudad de Madrid prohíbe a los ciclistas circular por aceras y zonas peatonales que no estén habilitadas, a pesar de que la ciudad no ofrece muchas más alternativas.

BARCELONA

La fiebre

Hace mucho tiempo que los barceloneses han abrazado la bicicleta con entusiasmo. El punto más alto de esa relación se ha dado este año, con la puesta en marcha del bicing, un sistema de transporte público sobre dos ruedas que ya ha seducido a 97.000 ciudadanos. Una avalancha de ciclistas que pronto causó efectos no deseados. Los ciclistas, sobre todo los menos experimentados, invadieron aceras y los carriles para taxis y autobuses y el Ayuntamiento se vio obligado a endurecer la normativa para poner orden. La nueva ordenanza entró en vigor a mediados de septiembre y ya han caído las primeras multas.

La normativa fija la obligatoriedad de circular con timbre, luces reglamentarias y elementos reflectantes. Y prohíbe estacionar junto a farolas, árboles o semáforos. Fue el fin de los privilegios de un colectivo hasta entonces casi invisible para la Guardia Urbana.

En sólo unos meses, el bicing ha revolucionado una ciudad tradicionalmente volcada en este transporte. Por 24 euros anuales el usuario puede coger una bicicleta de las 150 estaciones repartidas por la ciudad, cifra que llegará a 200 antes de fin de año.

Barcelona registra unos 70.000 desplazamientos en bicicleta diarios, según su Ayuntamiento. Existen 130 kilómetros de carriles bici y el consistorio ha previsto que la cifra aumente a 150 antes de fin de año.

VALENCIA

Una red por conectar

Buen tiempo, temperaturas suaves la mayor parte del año y un casco urbano casi llano. Valencia reúne condiciones idóneas para usar la bicicleta como transporte, pero la ciudad está lejos de agotar ese potencial. Y no es por falta de carriles bici: 75,5 kilómetros y planes de ampliarla. "El problema es que son tramos inconexos, que se interrumpen de repente", critica Fernando Mafé, miembro de Valencia en Bici.

Valencia fue de las primeras ciudades españolas en estrenar una vía exclusiva para ciclistas, a principios de los ochenta, pero la red se estancó durante años y ha crecido finalmente a retazos. Así ha surgido un conjunto de carriles muy heterogéneo. Pese a los inconvenientes, se calcula que 20.000 personas van rodando por la ciudad diariamente.

El Ayuntamiento, del PP, presume de construir carriles "seguros, siempre separados del tráfico", y del imparable crecimiento de la red, aunque algún tramo de los más nuevos se incorporara tras varias protestas ciudadanas. Fuentes municipales alegan que "la extensa red está poco utilizada para las dimensiones que tiene". El alquiler de máquinas se halla en estudio.

SANTIAGO DE COMPOSTELA

Sin carriles bici

El grueso de los ciclistas que transitan por la ciudad gallega son peregrinos, muchos catalanes, que vienen con sus tantas veces lujosas bicicletas de montaña. Ahora, el Ayuntamiento, mientras anuncia una serie de medidas para potenciar este transporte, estudia restringir su tránsito en el casco histórico, medida que podría afectar a los peregrinos, que tradicionalmente han llegado hasta las puertas de la catedral en sus vehículos.

En Santiago no hay carriles bici. Pese a que el consistorio anunció hace cuatro años que se crearía uno que uniría todas las zonas verdes de la ciudad a lo largo de siete kilómetros, hoy reconoce que "es muy difícil" crear vías para ciclistas en un trazado de calles tan estrechas. Sin embargo, tras el programa piloto de la Universidade de Santiago, que prestó a sus estudiantes del 10 de abril al 30 de junio un centenar de bicis, y otra experiencia de la Consellería de Medio Ambiente, que promueve (sin mucho éxito) su uso entre sus funcionarios, el Ayuntamiento se ha sumado a la causa. Actualmente busca en las tiendas espcializadas un buen precio para adquirir 100 que serán alquiladas a los ciudadanos por seis euros al año. Y prepara una ordenanza para prohibir el tránsito por las aceras y obligar a las bicis a circular por el asfalto.

En una ciudad pequeña y accesible como Santiago, el empuje de los estudiantes y las iniciativas públicas han incrementado de forma significativa en los dos últimos años, el número de usuarios cotidianos.

SEVILLA

Servicio público en expansión

La red urbana de carriles bici de Sevilla tiene ocho itinerarios radiales que cruzan la ciudad. El proyecto suma 77 kilómetros, de los que ya están en funcionamiento 52. El gran impulso al uso de la bicicleta empezó a fraguarse en el anterior mandato municipal y es una de las prioridades del actual. La reciente peatonalización de las principales arterias del casco histórico, por las que sólo se puede circular a pie o en bicicleta, ha dado el espaldarazo definitivo a este transporte, que usan unas 23.000 personas en día laborable.

El servicio público de alquiler, Sevici, empezó a funcionar el pasado verano y a finales de octubre, cuando se hizo el último balance, ya había sido utilizado por 6.595 personas. De ellas, 2.100 son abonados de larga duración, que pagan 10 euros al año para poder utilizar las bicicletas cuando quieran. Unas 1.100 personas emplean este servicio cada día. Actualmente hay abiertas 600 estaciones y otras tantas bicis disponibles, pero los planes municipales pasan por que antes de que acabe el año haya 150 estaciones operativas y 1.500 bicicletas en circulación.

Con información de Pilar Álvarez (Madrid), Jaume Bauzà (Barcelona), Silvia R. Pontevedra (Santiago), Reyes Rincón (Sevilla), Alberto Uriona (capitales vascas) y Sara Velert (Valencia).

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