"Ha faltado dimensión, pero existen 'compañías ocultas'"
El profesor Pedro Nueno, de la escuela de negocios IESE, considera "un hecho probado" que, salvo excepciones honrosas de transformación y velocidad acelerada en el crecimiento -de Grífols a Almirall Prodesfarma, pasando por Agrolimen, Mango o Ficosa- "los grupos familiares catalanes evolucionan con menos velocidad y capacidad de riesgo", en línea con el diagnóstico que realiza el Círculo de Economía.
"Ha faltado dimensión. Y puede haber existido, ciertamente, resistencia a fusionarse en la pequeña y mediana empresa", añade Nueno.
Sin embargo, el profesor advierte de que en Cataluña abundan las llamadas compañías ocultas, empresas desconocidas puertas afuera pero que destacan en su sector a escala internacional, como la siderúrgica Celsa.
Para Nueno, los distintos gobiernos catalanes no han tenido una actitud probusiness, favorable a los negocios. "La principal preocupación ha sido el debate identitario y eso se nota en las empresas", reflexiona, tras reclamar un mejor marco fiscal para las empresas y menores trabas burocráticas.
En cuanto a la pérdida de sedes, el académico ve "lógica" en la concentración de empresas domésticas en Madrid, con las grandes privatizaciones como razón histórica, pero también "por la búsqueda de la proximidad de los centros políticos de decisión".