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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Pencho Cros, cantaor de flamenco

Su cante estaba transido de jondura

Ha muerto Pencho Cros, el probablemente más importante cantaor flamenco que han dado los cantes minerolevantinos. Desde luego, el más importante que sobrevivía. Fulgencio Cros Aguirre, que era su nombre en los documentos, había nacido en La Unión (Murcia) en 1925, luego andaba por los 82 años de edad. Llevaba tiempo, unos cuantos años, enfermo. Era el único cantaor que había ganado en tres ediciones el gran trofeo de la Lámpara Minera: en 1965, 1972 y 1976, al punto de que para evitar esto la organización del concurso del Cante de las Minas introdujo la condición de prohibir que un mismo cantaor se presentase al premio después de haberlo ganado una vez.

Empezó en el cante muy joven, cuando trabajaba en las minas, que pronto dejó cuando comenzaron a llegarle los premios. Siempre a vueltas con los duendes y las penas, porque él sabía que el cante bueno duele, y lastima, y hiere. Pencho Cros fue uno de los pocos cantaores de esta región que supo impregnarle la pena al cante de manera definitiva. Si su cante valía extraordinariamente, no fue por las tres lámparas -hazaña única-, sino porque su forma de decirlo estaba transida de jondura y de tragedia.

Aportó melismas propios a algunos de sus estilos: la minera, la malagueña. En otros se atuvo con rigor al estricto modelo original. En cualquier caso, todo lo hizo grande y hermoso, pues tenía una voz cálida y profunda, además de un sentimiento flamenco que nadie le discutía. Su cante, efectivamente, dolía. Fue un cantaor generoso de su arte, que estaba siempre dispuesto a regalar, "contentándose solamente con la fe de ser escuchado", como diría Cela. No vivió del cante -aunque también-, vivió para el cante.

Las tres lámparas mineras fueron forjando su personalidad, hasta acreditarle como el gran cantaor que fue. Ganó fama sobre todo en la zona del cante de las minas, pues fuera de ella no llegó a prodigarse. Pero allí sí, allí ganó fama de excepcional intérprete de los estilos minerolevantinos, de los que fue nombre capital. Descanse en paz el querido cantaor y amigo.

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